Noticias y análisis para invertir en materias primas. La inversión en materias primas está a disposición de todos los inversores. Aunque algunas de las materias primas permiten la inversión en activos físicos, como puede ser el caso de algunos metales preciosos, es a través de una serie de productos financieros como mejor se puede articular esa inversión.
Los expertos reconocen que es más complicado comprar materias primas por la dificultad o imposibilidad de custodiar el activo. La primera opción para invertir en materias primas es la compra de empresas especializadas en el sector, como petroleras, acereras y mineras. Aquí, las variaciones en el precio de la materia prima no sólo depende su oferta y demanda sino que depende de las reservas que tengan las propias compañías, gestión empresarial, procedencia de las mismas, etc. No es complicado ver cómo una petrolera cae cuando el precio del petróleo está cotizando al alza. En este sentido, hay muchos expertos que reconocen que invertir en mineras o empresas ligadas a materias primas en ocasiones no supone tener exposición a las mismas pues las subidas o bajadas de la cotización no dependerá exclusivamente de las subidas o bajadas de la materia prima.
Otra de las opciones para invertir en materias primas es el mercado de futuros. Aunque no todas las materias primas tienen mercado de futuros, las que lo tienen en ocasiones tienen barreras de entrada muy altas para el inversor minoristas. Dentro de estos mercados, los CFds o contratos por diferencias son algo más fáciles aunque conllevan un riesgo inherente que es el apalancamiento y en ocasiones no replican con exactitud los precios del subyacente porque dependen del tamaño de su propio mercado.
Por último, los ETFs o Fondos cotizados permiten comprar materias primas a través de la inversión en índices sectoriales o empresas, en productos no accesibles para inversores minoristas y permiten apostar al alza o a la baja del precio del activo subyacente.
Los cambios en las tendencias geopolíticas y fiscales preparan el terreno para una demanda sostenida de oro, y los mineros de este metal podrían estar preparados para una importante recuperación.
El mercado del petróleo cada vez reacciona menos a los recortes de producción de la OPEP+. Si bien el influyente lobby dejará el oro negro en déficit durante el resto de 2024, lo que podría impulsar los precios este verano, poco a poco tendrá que aceptar la idea de precios más bajos, según empiezan a señalar los analistas.
Las perspectivas de recortes de tipos de la Reserva Federal y la tensión geopolítica internacional han llevado al oro a marcar nuevos máximos históricos. La plata alcanza cotas no vistas en más de una década.
Los precios del cobre han superado nuevamente los 10.000 dólares por tonelada debido a la expectativa de escasez de suministro y un aumento en la demanda del sector automotriz y de transmisión. A pesar de la menor demanda de China, la revalorización del cobre este año refleja preocupaciones sobre la obsolescencia en las instalaciones mineras.
El oro brilla y lo hace al calor de su tradicional condición de valor refugio, de una demanda creciente, una oferta lenta y su poder de cobertura sobre la inflación. Por el momento, estos catalizadores siguen vigentes y hay opciones para participar de este brillo.
La Bolsa de Metales de Londres ha prohibido la entrega de nuevo metal ruso tras las sanciones impuestas por EEUU y el Reino Unido por la invasión rusa de Ucrania. Aunque ya se ha traducido en fuertes subidas del níquel o el aluminio y más volatilidad en los mercados, en el largo plazo no se espera que cambien los equilibrios de oferta y demanda en estas materias primas.
Los precios se han disparado un 230% en el último año, hasta los 10.000 $/t, y han duplicado su máximo histórico, justo además, en tiempo de Pascua con el consiguiente encarecimiento del chocolate, del que cacao es, su principal ingrediente.
Ya han pasado tres meses de este 2024 y el mercado de criptomonedas ha tenido grandes motivos para crecer. Mientras que el oro cuenta con varios catalizadores para poder impulsarse. Los grandes patrimonios están incrementando sus inversiones en estos activos, anticipándose no solo a posibles subidas, sino a posibles caídas en el resto de activos.
El oro, uno de los activos considerados refugio en tiempos de incertidumbre, ha alcanzado un nuevo máximo histórico por encima de los 2.200 dólares, después de que la Reserva Federal de EE. UU. mantuviera los tipos y adelantara que mantendrá su plan de realizar tres bajadas de tasas este año.
Durante los dos últimos años, hemos transitado desde la prudencia hasta una visión francamente bajista respecto al sector de las materias primas, lejos de cualquier creencia en un superciclo. Sin embargo, hoy vemos que las cosas están cambiando. Creemos que las materias primas están en las primeras fases de un repunte cíclico y que los mínimos registrados en febrero en el índice BCOM al contado difícilmente serán puestos a prueba nuevamente. ¿Qué nos lleva a esta conclusión? Nuestros economistas han revisado al alza las previsiones de crecimiento mundial, lo que sugiere que el ciclo industrial mundial está empezando a remontar, una idea que ya expusimos a principios de febrero.