La bolsa española cierra una semana para olvidar, cargada de resultados empresariales, de caídas a plomo para la banca que encaja mal el descuento de los recortes de tipos y los malos resultados en toda Europa, y las derivas bajistas de un Wall Street, que hoy incluso lee en negativo los datos del mercado laboral, que le alejan del deseado aterrizaje suave soñado por los inversores. Lo peor, que los niveles de corrección pueden llevarle a perder la tendencia alcista de fondo que, a pesar de su lateralidad, mantenía inalterados el Ibex 35.