Fidelity es una gestora internacional de gestión de activos creada hace más de 50 años y con presencia en 25 países de Europa, Asia y América Latina, así como en Canadá. En España, Portugal y Andorra está presente desde 1.998 y distribuye sus más de 125 fondos de inversión y ETFs -que cubren las principales clases de activos y zonas geográficas- a través de casi todas las entidades financieras de los tres países.
Cuenta con una de las mayores redes globales de analistas y profesionales de la inversión del sector -que cubren el 80% de la capitalización bursátil y emisiones de crédito de alta calidad crediticia de todo mundo-, los cuales celebran más de 15.000 reuniones con empresas al año, una cada 8 minutos de media. Al ser una empresa no cotizada en bolsa, la independencia de la que disfruta le permite desarrollar productos innovadores y ofrecer un servicio al cliente de calidad, y siempre siguiendo criterios de sostenibilidad en sus inversiones -cuentan con su propio sistema de calificaciones ESG-.
Las tres propiedades, ubicadas en las regiones de Madrid y Barcelona, son las últimas adquisiciones del Fidelity Real Estate Logistics Impact Climate Solutions Fund (el “LOGICs” Fund). Estas propiedades conforman una atractiva cartera logística en España cuando se combinan con la reciente adquisición en Ontígola (Toledo) en noviembre de 2024.
Más de la mitad de los inversores sigue concediendo una gran importancia a los factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo a la hora de asignar activos en las carteras. Las dificultades que plantea la medición del impacto se consideran como la principal barrera para elevar la adopción de la inversión sostenible. No existe un consenso sobre las mejores formas de instigar cambios positivos y, en este sentido, la inversión de impacto, los filtros excluyentes, el diálogo con las empresas y la regulación y las políticas públicas figuran entre las más mencionadas.
La incertidumbre probablemente se mantenga en niveles elevados mientras los mercados internacionales lidian con la inflación, la geopolítica y sus implicaciones para los gobiernos, lo que eleva el riesgo de la renta variable para los inversores. En un momento en el que las rentabilidades de los índices bursátiles mundiales están cada vez más concentradas en EE.UU. y dominadas por los Siete Magníficos, los inversores son más vulnerables frente a las caídas de los mercados. Los enfoques neutrales al mercado en renta variable, como la estrategia Absolute Return Global Equity de Fidelity, podrían ser apropiados para abordar estos retos al disociar las rentabilidades de los movimientos generales del mercado
Fidelity integra sus análisis activos y sus capacidades en inversión cuantitativa en índices “Quality Value”. Un enfoque único y diferenciado de la inversión value.
Es el responsable de negocio de Fidelity en Iberia con una larga trayectoria en la gestora. Momentos más y menos agradables a lo largo de dos décadas pero siempre con aprendizaje, dice Óscar Esteban, Responsable de negocio de Fidelity, en un momento dulce para la gestora en nuestro país.
El escenario de aterrizaje suave en EE.UU. —nuestra hipótesis de trabajo durante la mayor parte de 2024— debería dar paso a la reflación a medida que nos adentremos en 2025. • Otras grandes economías, en particular Europa y China, tendrán que lidiar con el cambio en la política comercial e industrial de EE.UU. Estas divergencias apoyarán el crecimiento estadounidense en 2025, pero la tendencia subyacente a más largo plazo es el aumento de la carga de deuda pública.
El entorno de mercado no deja de mutar, por lo que los inversores siempre deben estar alerta para saber dónde se originarán las rentabilidades del futuro. Bajo estas líneas, comentamos por qué las estrategias centradas en el Quality Income (o rentas de calidad) se perfilan como una oportunidad atractiva
Hablamos con Ana Carrisso, Sales Associate Director para España y Portugal de Fidelity International sobre la importancia de tener una estrategia de dividendos a través del FF European Dividend Fund.
Octubre estuvo marcado por el ascenso de los tipos de los bonos del Tesoro de EE.UU., que registraron la mayor caída desde septiembre de 2022 a medida que los inversores fueron descontando una victoria completa de los Republicanos en las elecciones estadounidenses. El camino más fácil es un amplio movimiento al alza de las bolsas a finales de año, con EE.UU. y Japón al alza y Europa y China a la baja.
El PIB de EE.UU. creció un 2,8% en el tercer trimestre, ligeramente por debajo de las expectativas. El IPC de septiembre fue del 2,4%, ligeramente por encima de lo previsto. El deflactor del consumo privado de septiembre fue del 2,1%. El BCE recortó su tipo de referencia 25 pb hasta el 3,25%. En septiembre, la inflación de la zona euro subió hasta el 2,0%. El IPC del Reino Unido en septiembre descendió hasta el 1,7%, menos de lo esperado y por debajo del 2,2% de agosto. El nuevo gobierno laborista presentó sus primeros presupuestos.