La reacción de los mercados a los últimos acontecimientos provocados por Corea del Norte y sus pretensiones nucleares ha sido de libro. Las bolsas europeas caen en su mayoría, mientras que el oro se sitúa en niveles máximos de un año, ya que los inversores van buscando activos refugio.
El sector tecnológico se ha convertido en uno de los favoritos para los inversores en el último año. Sólo en lo que va de año, el Nasdaq 100 se aprecia más de un 22% gracias a que ha conseguido cerrar agosto con alzas de casi un 1,5%. Eso sí, las fuertes revalorizaciones han provocado que su valoración se estreche casi semana a semana. Sin embargo, para los analistas de UBS sigue habiendo oportunidades en el mercado para los inversores que quieran seguir invirtiendo en el sector.
El banco de inversión americano lo tiene claro, las caídas que se han producido en las últimas semanas son una gran oportunidad para entrar en los mercados. Por eso apuestan por comprar en caídas.
Después de un inicio de año fulgurante, las bolsas no pasan por su mejor momento este verano. Cerca, pero por debajo de sus máximos, los principales mercados del mundo viven a la espera de que se resuelvan varias incertidumbres. Por un lado un posible enrarecimiento del conflicto entre Estados Unidos y Corea, los próximos pasos de los principales bancos centrales del mundo, y la aparente incapacidad de la administración de Estados Unidos por poner en marcha las políticas más esperadas: la reforma fiscal y la inversión en infraestructuras.
Hace solo unos meses, Telefónica anunciaba que iba a invertir unos 100 millones de euros en la producción de catorce series propias. Apostar por los contenidos es una de las estrategias de la operadora que preside José María Álvarez Pallete para apuntalar su crecimiento y reducir la dependencia de negocios maduros como los de la telefonía. Pero ahora ha dado un salto más y estaría pensando en lanzar una plataforma en internet para competir con Netflix y HBO.
Se cumple justo una semana de que los mercados pusieran el pie en el tercer trimestre. Y no parece que lo que está de camino sea especialmente sencillo. Pasada la euforia que despertó la elección de Donald Trump en Estados Unidos y la esperanza de que sus medidas trajesen un mayor crecimiento, los inversores vuelven a centrarse en los fundamentales de la economía y las empresas. Y hay incertidumbres en el camino.
La rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años subió hoy una centésima en la apertura del mercado secundario de deuda pública y se situó en el 4,48 por ciento.