En febrero de 2004, la Ley de Instituciones de Inversión Colectiva dejó de exigir a las Sociedades de Inversión de Capital Variable su cotización en bolsa. Esto último provocó que la negociación de sus acciones fuese una opción. Debido a esta modificación, Bolsas y Mercados (BME) implementó un nuevo sistema de negociación en el que las SICAV y las empresas de pequeña y mediana capitalización encontrasen su hueco. Las SICAV tienen personalidad jurídica propia, estando sometidas a la Ley de Sociedades Anónimas. Además, para poder poder entrar en la cotización del MAB (SICAVS), deberán cumplir ciertos requisitos como, por ejemplo, estar registradas en la CNMV y haber presentado toda la documentación necesaria. En el caso de aquellas SICAV que ya estuviesen admitidas en bolsa podrán incorporarse al MAB.