Estamos convencidos de que, en esta era más cíclica, los inversores en renta fija pueden obtener ingresos atractivos en todo el espectro cualitativo, aunque para ello deberán reconsiderar de forma proactiva algunas presunciones muy extendidas.
En lo que llevamos de 2024, los inversores en renta fija han estado ocupados con el exitosísimo calendario de nuevas emisiones, el cambio de postura del Banco de Japón y el incremento de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio; todos estos factores han competido por la atención del mercado. Sin embargo, la inflación —manteniéndose por encima de su objetivo— ha seguido siendo el tema dominante y como consecuencia, se ha intensificado la volatilidad en los rendimientos de los bonos soberanos al rectificar el mercado sus expectativas de que los bancos centrales bajarían los tipos antes de fin de año.