En 2023, en plena efervescencia de la IA, Cathie Wood presagió que el segmento del software podría ser uno de los ganadores en la fiebre por esta nueva tecnología. Desde que Wood hizo esa predicción, el Ark Venture Fund ha invertido en varias empresas privadas de software de IA como Anthropic, OpenAI y xAI de Elon Musk.
Si nos creemos las predicciones de Wood, hay dos acciones que podrían colarse en la lista de ganadores a largo plazo: Amazon y Meta .
Amazon podría convertirse en una de las empresas de IA más diversas del mundo pues está usando esta tecnología tanto para el comercio electrónico como la publicidad o, lo más importante, para el segmento de computación en la nube. La IA además ayuda al algoritmo de recomendación de Amazon.com, que aprende lo que le gusta a cada cliente para poder mostrarles productos similares y aumentar las ventas. Además, cuenta con un asistente virtual, Rufus, que está capacitado para responder preguntas y ofrecer recomendaciones.
Pero la parte de Amazon Web Services es el segmento más interesante entre las iniciativas de IA pues Amazon “no solo está diseñando sus propios chips para centros de datos para ofrecer a los desarrolladores una alternativa más rentable al hardware de Nvidia, sino que el gigante tecnológico también desarrolló su propia familia de grandes modelos de lenguaje (LLM) llamada Titan. Estos LLM son multimodales, lo que significa que los desarrolladores pueden personalizarlos para crear sus propias aplicaciones de software de IA generativa que sean capaces de generar texto, imágenes y más”, dicen los expertos de The Motley Fool.
Solo AWS generó un récord de 26.200 millones de dólares en ingresos durante el reciente segundo trimestre de 2024 (finalizado el 30 de junio), lo que supuso un aumento del 19% con respecto al mismo periodo del año anterior.
En este segmento, AWS lanzó un asistente virtual llamado Amazon Q el año pasado, que es capaz de depurar y generar código informático para acelerar el ritmo de desarrollo de software. El CEO de Amazon, Andy Jassy, dice que Q es la herramienta de IA más capaz de su tipo porque tiene la tasa de aceptación más alta conocida para las sugerencias de código, y detecta más vulnerabilidades de seguridad que cualquier producto de la competencia.
Por otro lado, Meta es la empresa matriz de plataforma de redes sociales como Facebook, instagram o Whatsapp, donde la IA desempeña un papel cada vez más importante en la experiencia de usuario. Los anunciantes pueden utilizar la IA para crear contenido de texto e imagen atractivo para sus anuncios y eventualmente, las empresas podrán decirle a Meta su presupuesto publicitario y su objetivo, y su motor de IA se encargará de todo de forma autónoma, desde la elaboración del anuncio hasta la selección del público objetivo.
LLama, el LLM de Código abierto de Meta, está en la base de muchas de las funciones de IA en la cartera de la compañía y es clave para la estrategia de la empresa. Meta AI es un asistente de IA orientado al usuario, al que ahora se puede acceder en las funciones de chat y búsqueda en todas las aplicaciones de la compañía. Puede responder con precisión a preguntas sobre una amplia gama de temas, y se le puede solicitar que genere contenido de texto e imagen. También sienta las bases para la IA empresarial, que podría ser un gran impulsor de ingresos para Meta en el futuro.
Teniendo esto en cuenta ¿como se encuentran ambos valores en bolsa?
Meta está apenas a siete dólares de sus máximos históricos pero sigue teniendo un valor atractivo en relación con sus pares tecnológicos. Cotiza a una relación precio-beneficio (P/E) de sólo 26,7x lo que supone un 17% más barato que la relación P/E de 32 del índice tecnológico Nasdaq-100.
El valor sube más de un 47,2% sólo en lo que llevamos de 2024. Meta tiene un potencial de algo más del 8,2%, según datos de Reuters, hasta los 564,14 dólares en el que los analistas han fijado su precio objetivo. De los 65 analistas que cubren el valor, 57 recomiendan su compra.
A nivel técnico, alcanzó de forma clara el importante techo en torno a los 542,4-527,17 dólares “cuya superación permitiría reactivar la incuestionable estructura alcista de fondo que viene desarrollando el activo y si supera ese nivel se podría proyectar la anchura del canal lateral. De momento sesgo constructivo y objetivo cerrar por encima de 542,4 e incluso superar los 544,23, máximos de agosto, que es la resistencia más importante para el valor”, asegura José Antonio González, analista técnico en Estrategias de inversión.
Por su parte, Amazon hizo máximos históricos el pasado mes de julio, en los 201,20 dólares. Un nivel del que se encuentra a algo más de 20 dólares. El PER del valor es bastante más alto que el de Meta, con una relación precio/beneficio de 42,77x.
El valor sube un 17,4% en lo que llevamos de año y podría tener margen para seguir subiendo más si va a buscar el precio objetivo de 218,5 dólares que le ha fijado el consenso de Reuters. De los 64 analistas que cubren el valor, 62 recomiendan su compra mientras que el resto se mantiene neutral sobre el valor.
Desde un punto de vista técnico, el valor ha alcanzado la directriz bajista que parte de los máximos anuales y desde ahí hay una clara reacción por parte de las ventas que permite desarrollar mínimos y máximos decrecientes. “De momento no se puede dar por aprobado el intento de ataque a la directriz bajista así que entendemos que el próximo objetivo por parte de las compras está en los máximos del día 21 de agosto, en los 182,40 dólares, que permitiría reforzar el ataque a la directriz. El soporte importante es la parte baja del gap abierto el 5 de agosto, en los 170,10 dólares”, dice González. Te interesa: Análisis de las 7 magníficas: Alphabet, Amazon, Apple, Facebook (Meta), Microsoft, Nvidia y Tesla