En la actualidad, la ESG ha abierto nuevas oportunidades en el private equity, desde la transición energética con tecnologías limpias hasta la capacitación de empleados y estructuras de gobernanza sólidas. Este enfoque estratégico refuerza tanto la sostenibilidad como el valor competitivo de las empresas participadas.
De la nada al todo puede haber sólo un paso. Ahora que parece que el mercado empieza a animarse, conviene recordar a aquellos que se decidan a dar el paso dos aspectos a veces olvidados, pero siempre cruciales antes de salir a bolsa: sin un relato corporativo (equity story) eficaz, a su empresa le costará mucho más ocupar la casilla de sali- da. Y sin una buena estrategia de comunicación a medida de los distintos grupos de interés, será todavía más difícil cruzar la línea de meta y volverse cotizada.
La subida de la Bolsa en estas últimas semanas ha despertado súbitamente de su letargo al sector de M&A. A muchos fondos de Private Equity tanto runrún les ha despertado la curiosidad. Hay quien empieza a temer quedarse fuera de un movimiento que puede tener un carácter más estratégico de lo previsto.
Las salidas a Bolsa en España se tomaron un pequeño paréntesis a comienzos de 2021, pero año y medio después siguen en una profunda duermevela. Es cierto que en todo el mundo ha habido una ralentización casi equivalente, agravada por la crisis de suministros y la invasión de Ucrania. Sin embargo, debajo de ese aparente sopor muchas empresas españolas esconden preparativos muy intensos. Quieren tomar la delantera en cuanto alguien dé el paso de debutar en el parqué.