Aunque los mercados siempre conllevan riesgos, se diría que actualmente el panorama es favorable a los inversores globales en multiactivos. En términos generales, la economía crece según lo esperado o incluso más, la inflación sigue moderándose, los hogares y las empresas están saneados y el ciclo de recortes de tipos ya se ha iniciado en el caso del Banco Central Europeo o podría estar a punto de hacerlo, en el caso de la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco de Inglaterra.
Los mercados están muy pendientes del impacto de las presiones desinflacionarias, como la caída de los precios de los alimentos y de los insumos de fabricación y la moderación del crecimiento salarial. Pero, por otro lado, muchos participantes en el mercado coinciden en que veremos una inflación estructuralmente más alta a largo plazo. Este contraste entre las perspectivas de inflación a corto y largo plazo plantea grandes retos para la asignación de activos en 2024. Sobre todo ello argumenta en este artículo John Mullins, director de inversiones en Wellington Management
En este contexto de mayores rendimientos e incertidumbre, ¿dónde pueden surgir las oportunidades de crecimiento?
Las tensiones geopolíticas son un recordatorio (y uno de los muchos motivos) que invitan a los inversores a enfrentarse a participar en los mercados financieros con un mayor grado de diversificación en las carteras, según indican los expertos de Wellington Management