Al igual que el año pasado, este 2024 no está siendo un buen ejercicio para el petróleo. Y es que, desde que el precio del Brent alcanzara los 99 dólares por barril tras la invasión rusa Ucrania en 2022 -su nivel más alto en ocho años-, los precios del crudo han retrocedido gradualmente.
Así, si en 2023 su valor cayó más de un 10%, la volatilidad sigue instaurada en este 2024 en el precio de la materia prima, que en los últimos doce meses ha descendido un 24% y en lo que llevamos de año se deja un 8%.
En el mejor de los lados de este 2024, el barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, llegó a superar los 90 dólares el pasado mes de abril para tocar mínimos este septiembre por debajo de los 70 dólares, su nivel más bajo desde diciembre de 2021.
Ayer jueves, y tras haberse recuperado de las caídas en las dos últimas semana hasta cotizar por encima de los 75 dólares el pasado martes, 24 de septiembre, el crudo volvía sufrir un varapalo y las ventas volvían a predominar en la commodity, que tocaba mínimos de 70,28 dólares intradía.
Causas de la imparable caída del precio del petróleo
Los recortes de ayer llegaban después que el Financial Times informara que Arabia Saudita -el mayor exportador de crudo del mundo- se está preparando para abandonar su objetivo de precio no oficial de 100 dólares por barril y podría aumentar la producción.
Es cierto que Arabia Saudita necesita un crudo cercano a los 100 dólares por barril para equilibrar su presupuesto, según el FMI, mientras el príncipe heredero Mohammed bin Salman busca financiar una serie de megaproyectos en el corazón de un ambicioso programa de reforma económica. Pero también lo es que el reino no está dispuesto a seguir cediendo cuota de mercado a otros productores, y que cree que tiene suficientes opciones de financiación alternativas para afrontar un período de precios más bajos, como recurrir a las reservas de divisas o emitir deuda soberana.
En este sentido, el país puso fin a la era del petróleo a 100 dólares el barril hace diez años, incrementando la producción cuando los precios cayeron ante el rápido surgimiento de la industria del esquisto estadounidense. Luego, en los últimos cinco años Arabia Saudita ha buscado reducir la producción para sostener los precios. Sin embargo, esta política ha aumentado en ocasiones las tensiones con Estados Unidos, que intentó sin éxito lograr que Riad aumentara la producción en 2022 después de que la invasión rusa de Ucrania disparara los precios. Arabia Saudita ha asumido la mayor parte de los recortes de la OPEP+ hasta la fecha, reduciendo su propia producción en 2 millones de barriles por día en los últimos dos años, lo que representa más de un tercio de los recortes de los miembros.
Una frustración clave para Arabia Saudita ha sido que varios miembros del cártel, incluidos Irak y Kazajstán, han estado ignorando parcialmente los recortes al bombear más que sus respectivas cuotas. El secretario general de la OPEP, Haitham Al Ghais, visitó ambos países en agosto y obtuvo compromisos de que ajustarían sus planes de producción futuros para compensar el exceso de oferta anterior. Pero Arabia Saudita sigue preocupada por el cumplimiento y podría decidir deshacer sus propios recortes más rápido de lo planeado.
En este sentido, ayer el analista de mercados Manuel Pinto señalaba que "hay discrepancias muy claras entre los países de la OPEP y existen 'tramposos' que han aumentado la producción a pesar de haber llegado a los acuerdos de recortes a lo largo del año". "Parece que cada uno va por su lado en cuanto a la producción, de ahí el anuncio de Arabia Saudí".
Según el plan para comenzar a deshacer los recortes, Arabia Saudita aumentará su producción mensual en 83.000 b/d adicionales cada mes a partir de diciembre, lo que aumentará su producción en un total de 1 millón de b/d para diciembre de 2025.
"Otro factor que ha influido en la caída de los precios del crudo es la situación política en Libia. Las facciones rivales en el país han llegado a un acuerdo para nombrar a un nuevo gobernador del banco central, lo que podría desbloquear la crisis de ingresos petroleros y permitir que las exportaciones se reanuden de manera más fluida. Este desarrollo en Libia genera expectativas de que el mercado recibirá más suministro de petróleo, lo que, a su vez, presiona los precios a la baja", señala Sergio Ávila, analista de IG España.
Pero hay otros problemas enquistados de oferta y demanda que vapulean el precio del crudo. En cuanto a la demanda, las preocupaciones persisten, especialmente en China, el mayor consumidor de petróleo del mundo. Y aunque el gobierno chino ha implementado medidas de estímulo monetario para reactivar su economía, el impacto en la demanda de crudo sigue siendo limitado y añade más presión a los precios del Brent.
Por otro lado, en Estados Unidos, los datos de la Administración de Información Energética (EIA) han mostrado una caída significativa en las reservas de crudo, con una disminución de 4,5 millones de barriles, superando las expectativas de una reducción de 1,4 millones. A pesar de esto, el aumento de la oferta previsto desde Arabia Saudita y Libia ha mitigado el impacto alcista que podría haber tenido esta noticia en los precios del Brent.
"En cuanto al suministro global, el riesgo de interrupciones en Oriente Medio debido a la violencia en la región sigue siendo un factor a considerar. Aunque la caída de los precios está dominada por la expectativa de mayor oferta, las tensiones en esta área continúan proporcionando un ligero soporte al mercado energético, ya que cualquier conflicto puede alterar de manera significativa la producción y el transporte de petróleo", añade Sergio Ávila.
Previsiones de los analistas
Con este escenario, son muchos los analistas que han recortado sus previsiones para el petróleo. En este sentido, Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM (Natixis IM) señala que el precio del crudo seguirá cayendo, lo que conllevará una reducción del precio de la gasolina. “Considerando los datos de septiembre, el precio del petróleo podría caer hasta un 25% en un año. Esto ayudará a reducir la contribución negativa del precio del petróleo a la inflación”.
Los analistas del banco de Wall Street Wells Fargo han pronosticado que los precios del petróleo se mantendrán a la baja hasta 2025 debido al elevado riesgo de un exceso de oferta mundial. Según los expertos, una combinación de crecimiento persistente de la producción de shale estadounidense, así como la ralentización de la demanda de las principales economías, especialmente China, son los principales factores bajistas. El banco ha pronosticado que la oferta mundial de petróleo aumentará de 102,8 millones de bpd en 2024 a 104,8 millones de bpd en 2025, impulsada por productores no pertenecientes a la OPEP, como EEUU y Brasil, junto con los aumentos previstos por la OPEP.
En cuanto a las previsiones de precio, el banco espera ahora que el Brent alcance una media de 70 dólares por barril en 2025. Sin embargo, Wells Fargo ha admitido que varios factores podrían alterar la trayectoria del precio del petróleo, entre ellos una recuperación de la demanda mundial más rápida de lo previsto, sobre todo en China y los países de la OCDE.
Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados de Bank of America, explica que "el sentimiento de los inversores en energía se ha vuelto decididamente bajista, ya que la OPEP+ planea ahora añadir barriles a un mercado excedentario de petróleo. Los signos de debilidad de la demanda de petróleo de China han agravado las preocupaciones de los inversores, junto con la disminución de los márgenes de refino y la ralentización del uso de combustible tras el fuerte repunte posterior a la COVID. Los riesgos de una guerra comercial, una guerra de precios OPEP+ y un aterrizaje brusco de la economía mundial han agitado aún más el ánimo del mercado". Sin embargo, "a pesar de todas las preocupaciones bajistas que existen, creemos que el consumo mundial de energía probablemente se acelerará en el futuro a medida que la próxima revolución de la productividad pase a primer plano", añaden.
"Estimamos que las energías renovables añadirán 2 millones de bpe/d en 2025, dejando que el petróleo, el carbón y el gas natural aporten el calor restante que necesita la economía mundial". Así pues, 60 $/bbl o 10 $/MMBtu pueden ser un precio mínimo suave para nuestra previsión central de precios del petróleo Brent de 75 $/bbl para 2025, en caso de que se materialicen algunos riesgos a la baja", advierten.
Las previsiones de Goldman Sachs son menos positivas: el Brent podría caer a 60 dólares si la demanda china de petróleo se mantuviera estable; a 63 dólares si EEUU impusiera un arancel general del 10% a las importaciones de bienes; y a 61 dólares si la OPEP revirtiera totalmente sus recortes adicionales de 2,2 millones de barriles diarios hasta septiembre de 2025.
Por su parte, los analistas de Citi Research prevén que los precios del petróleo podrían caer hasta los 60 dólares por barril en 2025, debido a un significativo excedente de oferta en el mercado. Aunque las recientes interrupciones de suministro en Libia y el retraso en la reducción de los recortes de producción por parte de la OPEP+ han ofrecido un apoyo temporal, Citi considera que este repunte es solo una solución a corto plazo. El informe de Citi recomienda vender si el Brent se recupera hacia los 80 dólares.
Hace dos semanas (el pasado 9 de septiembre) el banco Morgan Stanley redujo su previsión sobre el precio Brent a 75,00 USD dólares por barril en el cuarto trimestre de 2024 (unos 5,00 USD menos desde los 80,00 dólares previos de la previsión del fin de agosto) debido a una demanda considerablemente frágil. Según los analistas de Morgan Stanley, los vientos en contra están aumentando por el lado de la demanda, lo que ha sido su principal razón para recortar su previsión de precios del petróleo para el cuarto trimestre.
Por último, ayer el analista Manuel Pinto señalaba que "el precio del petróleo puede irse perfectamente incluso a niveles de 50 dólares por barril en el medio plazo, antes los problemas de oferta y demanda. Y eso que todavía tenemos que ver las consecuencias de una posible victoria de Trump en Estados Unidos, ya que ha señalado entre sus principales medidas reducir las restricciones a la producción petrolera nacional".