El repunte del petróleo es absolutamente temporal, sobre todo provocado por el clima frío y también por las preocupaciones de las nuevas sanciones contra Rusia e Irán por parte de Estados Unidos. Hemos visto como los factores geopolíticos siempre tensionan los precios energéticos pero, pasado un cierto tiempo a corto plazo, se vuelven a estabilizar. No pensamos que sea un cambio de la tendencia y que el petróleo vaya a irse a los 90 o 100 dólares barril... En cuanto al sector petrolero, está especialmente barato en términos de PER Forward, tiene unos flujos de caja libres extraordinarios y una política de dividendos muy buena. Incluso, muchos analistas insisten en cerrar el gap de valoración a favor de Europa respecto a las petroleras norteamericanas que cotizan con una prima histórica, pero que incluso ha ido divergiendo. Con lo cual, es verdad que podríamos ver que las petroleras europeas, ya sea Shell, BP, TotalEnergies, Equinor o Galp, empiezan a cerrar ese gap. En el otro lado, y aunque ha habido una situación de mejora clara porque el petróleo ha subido casi un 14% desde principios de diciembre, desde la parte micro, los resultados no van a ser espectaculares. En este sentido, hemos visto datos mixtos de márgenes de refino y niveles de producción.

En cuanto al sector tecnológico, a nivel bursátil la realidad es que, después de una etapa fantástica, con expansión no solo de las cotizaciones, sino también de los beneficios y buenas expectativas del resultado, el mercado se ha tomado un pequeño respiro. Pero esto en parte viene provocado por el efecto de salida de la renta variable hacia la renta fija que, aunque de momento no se está produciendo en términos importantes, sí hemos visto a los headhunters recortando posiciones, algo que repercute en las grandes compañías tecnológicas, que pesan mucho en los índices y son las grandes damnificadas del entorno. El otro factor son los resultados de empresariales, que de momento han sido muy buenos. Es verdad que no hemos superado las expectativas como hace unos trimestres, pero sí es cierto que hemos tenido resultados bastante satisfactorios. Es decir, la micro sigue funcionando en el sector tecnológico y los resultados del 4T2024 no van a cambiar mucho. Es es más un efecto de asset allocation, de distribución de activos de carteras renta fija-renta variable, más que un cambio muy radical en los sectores. Es verdad que hemos visto que los sectores defensivos y los más castigados del año pasado como lujo y petrolero han empezado a rebotar, pero en el momento en que tengamos una visibilidad buena de los resultados de la IA, de un Apple, Alphabet o de la propia NVIDIA, eso se minimizará. Lo que me preocupa más es que el mercado venda renta variable y, por ende, tenga que deshacerse de parte de esa tecnología que ha funcionado sumamente bien.

En el caso de la banca, al igual que ocurre en el sector de la tecnología, no hay que olvidar que llevamos desde el tercer trimestre de 2023 con una visión de que los márgenes de intermediación iban a remitir porque estaban cayendo los tipos de interés. No ha habido recortes tan abultados (EEUU tan sólo 100 puntos básicos) pero, incluso con estos recortes, los márgenes de intermediación han sido bastante resilientes. También los niveles de ROE, de la rentabilidad sobre fondos propios. Incluso la morosidad no ha respondido tanto, porque hemos visto que el empleo se ha mantenido a unos niveles bastante sólidos. O incluso también los niveles de solvencia, que han sido muy buenos. Es decir, el bancario es un sector que ha sido mucho más resistente el último año y medio de lo que se preveía por pura teoría, que ha sido un gran pagador de dividendos y en el que (de momento) no hemos tenido mayores problemas regulatorios (incluso hemos tenido un factor añadido que es ese interés de movimientos corporativos). Por compañías, hemos visto unos resultados muy sólidos el trimestre anterior de JPMorgan o Citigroup y de los grandes bancos de inversión como Morgan Stanley o Goldman Sachs, y creo que la tendencia va a ser muy parecida, aunque con una cierta debilidad a medio plazo para la barca comercial, porque los recortes de tipos podrían continuar si la inflación te emitiera. Con todo, nuestra posición todavía está ligeramente sobreponderada en bancos, con JPMorgan siendo nuestro mejor estilete en la banca norteamericana.