Ahora mismo tenemos como telón de fondo para el futuro tenemos la más que previsible subida de tipos de interés en Estados Unidos en diciembre. ¿Cómo impactará esto a los mercados en 2017?
Creo que está bastante descontada esa subida. Pienso que asumimos que van a subir tipos de interés en diciembre y ahora creo que la gente se está enfocando en lo que puede pasar el año que viene. Cuál va a ser la política monetaria para el año 2017. Ahí es donde puede haber más volatilidad y más especulación sobre el número de subidas que puede haber en 2017. Nosotros pensamos que las subidas van a ser muy graduales y estamos más en la parte que pueden subir más una vez. Hay quien especula con que pueden subir tres veces, pero nos parece mucho, dado que en nuestra opinión en el trasfondo de la economía norteamericana sigue habiendo problemas estructurales. Desde el muy alto nivel de endeudamiento, que frena un poco el consumo, hasta el hecho que el empleo que se está creando muchas veces no es un empleo de gran calidad, sino que es muchas veces de sueldos más bajos y de más precariedad que en otros sitios. Nosotros opinamos que va a ser un periodo de crecimiento bajo, inflación baja, y todavía bastantes presiones a nivel global desinflacionistas.
¿Qué visión tienen en este sentido para la renta fija? ¿Podría ser momento para aumentar exposición a los treasuries americanos?
Sí, de hecho nosotros en las carteras diversificadas, los llamados mixtos, fondos de multiactivos. Tenemos un fondo en el que el bono americano a diez años llega a niveles de 1,80% hasta 2% nosotros tendremos la tendencia de añadir esa clase de activos. En un mundo donde en general las rentabilidades de los bonos gobierno de calidad como el alemán ofrece cero, y un bono americano, que también es de calidad, ofrece 2%, en términos relativos encontramos el bono americano como atractivo. Además, es líquido. El gran problema en general con el crédito hoy en día con la exposición a renta fija de crédito es si cuando se quiere salir de ese activo qué nivel de liquidez tener. En el bono norteamericano no tenemos un problema de liquidez. Es fácil de comprar o vender y esa es la ventaja. Entonces, tiene rentabilidad, es un refugio en términos de estrés de mercado, y ofrece en términos relativos una rentabilidad atractiva a 1,80% en estos momentos a diez años.
Con respecto a divisas, ¿considera que hay que tener mayor cobertura con el dólar por ese escenario de política monetaria?
Si hablamos del dólar contra el euro nosotros creemos que puede haber algo de revalorización del dólar frente al euro, pero no de forma muy marcada. Al final la visión nuestra de subida de tipos es que va a ser bastante gradual, que no tiene una gran tolerancia para subidas muy precipitadas la economía americana y al final sí que van a subir probablemente tipos, descontado en diciembre, y al menos una subida el año que viene. En términos relativos los tipos de interés si favorecen la revalorización del dólar contra el euro, pero no de forma muy marcada. Nosotros estimamos en un rango de 1,05 y 1,10 el rango del dólar contra el euro.
También tenemos como otro de los factores importantes las elecciones de Estados Unidos. ¿Qué escenario manejan para el próximo año en los mercados tanto si sale la opción demócrata como si sale la republicana?
Creo que hay mucha más incertidumbre asociada a Trump, porque es un desconocido. Él ha dicho muchas cosas en campaña que no sabemos si son verdaderamente asumibles. Hasta construir la muralla esa famosa mexicana y otras cosas que la gente da poca credibilidad que se vaya a poder implementar. Pero él inspira muchos más interrogantes como candidato. Hillary Clinton tiene una carrera política muy larga y se sabe más o menos lo que haría y lo que no haría. Trump, como a los mercados en general no les gusta la incertidumbre, inspira más incertidumbre y creo que va a ser más negativo al corto plazo para los mercados financieros si gana.
¿Dónde pueden estar las principales oportunidades en 2017?
Las principales oportunidades siguen estando de forma selectiva en acciones. Nosotros partimos de la opinión de crecimiento bajo e inflación baja. Preferimos todavía sectores defensivos, pero de forma muy selectiva. Grandes empresas con ingresos diversificados. También empresas que ofrezcan dividendos atractivos con gran solidez. No creemos que sea una especie de entorno donde uno debería tomar muchísimo riesgo en las carteras en cuanto a la exposición a renta variable ni en términos de crédito. Somos más bien cautos, pero dentro de las opciones que tenemos, acciones de gran calidad creemos que es un segmento que tiene su atractivo. Luego dentro de la renta fija nosotros somos selectivos en grado de inversión. Bonos gobierno ya mencioné que el bono americano nos parece una buena forma de diversificar las carteras. Luego tenemos algo en oro. Nos parece que es una buena cobertura para las carteras diversificadas. Puede ser atractivo. Vamos a guardar la calidad de las carteras y no vamos a aumentar de forma desproporcionada el riesgo. Si hubiera una corrección en el mercado se podrían comprar las acciones que nos gustan a largo plazo a valoraciones más atractivas y lo utilizaríamos como una oportunidad de comprar esos activos que nos gustan más de riesgo. Pero a estas alturas estaríamos algo más cautos en la cartera.
Por otro lado, los precios del petróleo se han recuperado después de haber marcado los mínimos en los 27 dólares. ¿Qué podemos esperar para el precio del crudo para el año que viene?
El crudo probablemente hayamos visto ya los mínimos. No creemos que volvamos a esos mínimos, pero tampoco vemos muchas razones para que el precio del crudo se dispare en la parte alcista. Nosotros esperamos que fluctúe entre 40 y 60 dólares, pero más con presiones a la baja que presiones al alza en el precio. Al final el problema es que tienes por un lado un suministro bastante libre de petróleo. Hemos visto que Irán ha entrado produciendo petróleo, tenemos poco acuerdo en lo que son los productores principales en limitar ese suministro, tenemos el suministro de EEUU que ha aumentado en los últimos años de forma muy marcada. Por un lado en la parte de demanda hay pocas razones para ver un aumento en la parte de demanda. El crecimiento de China es muy clave en el precio del crudo. Al final lo que es la demanda marginal que es China vemos que hay más presiones a la baja en el crecimiento chino que a al alza. La conclusión es que no tenemos ni presiones en la parte de demanda ni presiones en la parte de suministro. En ese sentido, para que haya grandes presiones al alza. Más bien presiones a la baja, pero fluctuando en torno a 40 y 60 dólares, que es donde vemos el crudo.
En último lugar quería preguntarle por emergentes. ¿Cree que puede ser el momento para tener exposición a emergentes en 2017 después de haberse calmado la situación en las materias primas y una vez que China crece también al ritmo previsto?
Sí, los emergentes, sobre todo la deuda emergente en divisa local nos parece atractiva. Incluso deuda emergente en dólares. Precisamente por esta mayor estabilidad en el precio del crudo, que ayuda. También lo que hay que decir es que las presiones inflacionistas en estos países son menores. Tienen incapacidad de reducir tipos muchos de ellos. Hay que ser muy selectivos porque hay países emergentes que han seguido un poco la pauta de los países desarrollados y tienen demasiado endeudamiento. Hay que ser bastante selectivo sobre aquellos países que han hecho sus deberes en estos últimos años, tanto en materia fiscal como en el manejo de la política monetaria, y que tiene la capacidad de bajar tipos o de crecer mejor y que se beneficien de la mayor estabilidad en el precio del crudo. Entonces, selectivos, pero sí vemos oportunidad en la deuda emergente más que en la renta variable.
¿Cuáles serían estos países?
México, es un ejemplo. La divisa cotiza muy barata en términos estructurales e históricos. La deuda emergente emitida por México nos parece que puede ser atractiva. Brasil también vemos que tiene un nuevo gobierno que tiene idea de hacer reformas y que está introduciendo mayor estabilidad política. El bono de bonos más largos de tramos compensa bastante la rentabilidad del bono brasileño por el riesgo que uno está tomando. Entonces, América Latina, Brasil y México especialmente, ofrece oportunidades interesantes de inversión en la deuda emergente.