- ¿Cómo ven la situación de la renta fija en medio de la guerra de Ucrania, la normalización de la Reserva Federal y la estanflación que se vislumbra en Europa?
Ya hemos tenido un gran impacto en los mercados de crédito y en los tipos de interés, por lo que todos los mercados de renta fija ya han descontado la peor parte de lo que está sucediendo con los bancos centrales y la preocupante situación que se vive en Ucrania. En mi opinión, los mercados de acciones no han puesto en precio esta situación, por lo que podemos decir que hay dos versiones de lo que está sucediendo dentro de los mercados. Los mercados de renta fija ya han cotizado la situación con diferenciales más amplios y tipos de interés más altos.
- ¿Cómo describiría la situación de la banca europea tras el shock del Covid y los últimos movimientos del BCE?
Los bancos en Europa nunca han sido tan resistentes y sólidos. Es algo contraintuitivo, pero con la crisis del Covid-19 los bancos no han podido pagar dividendos y hacer recompras de acciones, les ha obligado a aumentar sus índices de solvencia a niveles nunca antes vistos y también a proteger las colchones de capital a cuenta del Covid y de una regulación mucho más fuerte que en el pasado. En 12 años nunca habíamos visto bancos tan resistentes y, al mismo tiempo, también hemos visto mucha consolidación que ha generado bancos más grandes y más fuertes, especialmente en España.
- La deuda subordinada es uno de los pocos segmentos con retorno en renta fija... ¿En qué se fijan a la hora de seleccionar los emisores? ¿Cómo ve las valoraciones?
Bueno, las valoraciones son muy atractivas tanto desde el punto de vista absoluto como desde el punto de vista histórico, lo único es que en este momento estamos sufriendo una gran volatilidad en los tipos de interés. Vemos rendimientos en promedio del 5,5% para los CoCos denominados en euros, por lo que es muy positivo y que está muy por encima de la rentabilidad libre de riesgo de los bonos alemanes que se mueven cerca del 0,5%. A la hora de seleccionar emisores analizamos su balance por su puesto y tratamos de evitar los bonos con vencimientos largos con el objetivo de mantener la duración bajo control. Consideramos que no es necesario ampliar la duración para obtener rendimientos y diferenciales atractivos.
- ¿Qué tipo de bancos les gustan más? Por tamaño, países, internacionales o domésticos…
Solemos decantarnos por bancos nacionales, franquicias líderes en sus países y evitamos los bancos que tienen una fuerte presencia en los países de Europa del Este y, por supuesto, en Rusia. También hemos reducido nuestra exposición a los bancos con grandes actividades corporativas y de banca de inversión por el hecho de que suelen acusar más la volatilidad que se está viendo en el mercado tanto en sus cuentas como en el rendimiento. Poniendo a España como ejemplo nos gustan entidades domésticas como Caixabank, Banco Sabadell, Abanca, Cajamar… este tipo de emisores que proporcionan una buena combinación de resiliencia, mejora de los fundamentales junto a valoraciones de mercado muy atractivas.
- La duración es importante en este entorno de posible subida de tipos, ¿qué duración y volatilidad tienen en el fondo La Française Sub Debt?
La duración es muy importante y, como dije, lo bueno es que ahora mismo en esta clase de activos, que presenta una gran oferta, no necesitamos ampliar la duración para obtener rendimientos decentes. En este momento la duración promedio está en alrededor de cuatro años, que está un poco por encima de lo que teníamos hace un mes, que estábamos en 3,5 años… Solemos mantenerlo por debajo de cinco años. La volatilidad actual es del 4% y cinco años anualizada se sitúa por debajo del 10%. La volatilidad que tenemos en el mercado debería hacer que nos movamos entre esas cifras: un 4% de volatilidad anual y un 10% anualizado a cinco años. La combinación de mantener una volatilidad por debajo del 10% en el actual entorno, mientras mantenemos una duración limitada debería contribuir a su vez a reducir la volatilidad media que tenemos.