Ustedes en al encuesta que se ha realizado entre 17.000 entrevistados hablan de tres factores que pueden favorecer el crecimiento este 2016: consumo, cambios en el sector financiero y la innovación. Si nos quedamos con el primero: ¿por qué?
El consumo si vemos los países desarrollados y tomamos como referencia en EEUU representa el 70% del PIB, con lo que es muy difícil que la economía crezca sin que el consumo tire fuerte. El otro factor claves es la innovación pues aunque el sentimiento sea algo más negativo que el año pasado, vemos mucha diferencia entre los distintos sectores. Los que están liderados por capacidad intelectual, por ejemplo tecnológicas o salud, vemos un crecimiento muy fuerte y donde el ratio de beneficios contra el sector de energía es 3 a 1 . Hay mucha dispersión entre sectores.
Si esperamos una mejora del sector consumo, ¿cuáles serán los países que se vean más beneficiados?
En general aquellos países desarrollados donde se ha salido ya de la crisis, están en ratios de desempleo saludables y además sin inflación. Se ha aumentado la renta disponible, los salarios están creciendo en 19 estados y si vamos a Europa, dependiendo de los países, el tema del desempleo no está tan bien pero hay buenos indicadores también. Se recupera renta disponible vía crecimiento del mercado inmobiliario, se ha producido un incremento de la tasa de ahorro que se está trasladando al consumo y en emergentes hay que distinguir más. Hay mercados que estructuralmente han hecho reformas, nos gustan, porque está habiendo un acceso de la clase media con una renta disponible que se incrementa poco a poco y eso está tirando del consumo de forma importante. Otros mercados no han hecho estas reformas.
Se ha ampliado la brecha entre emergentes y desarrollados. ¿Los mercados también seguirán haciéndolo mejor?
Es muy difícil saber a corto plazo qué pasará en los mercados. Desde el punto vista de las compañías no nos fijamos tanto dónde está listada sino dónde genera beneficios. Dicho esto, encontramos oportunidades de inversión en mercados emergentes pero hay que buscar la diferencia entre cotización hoy y beneficio que generará en próximos años por eso estamos presentes y entrevistando a directivos por todo el mundo. Desde ahí lo que vemos es que hay sectores que han sido más inmunes que otros a la fuerte crisis que azota a los emergentes. Hay sectores de la vieja economía que están sufriendo mucho y si nos fijamos en sectores de la nueva economía, hay compañías donde las ventas de comercio por internet crecen a más de dos dígitos compuestos por año y bastante inmune a lo que pasa con la crisis.
Porque los riesgos, ¿seguirán presentes?
En esta Encuesta vemos un tono ligeramente más negativo que el año pasado. En general tenemos un indicador que está más neutral. Donde se ven más riesgos sería en un freno de la demanda por parte de EEUU y China y ahí hubiera un freno de consumo. Además hay riesgos variados como el Brexit de Reino Unido – nuestra hipótesis es que no va a ocurrir – tensiones geopolíticas, terrorismo…. Riesgos abiertos siempre habrá pero desde este punto de vista los directivos creen que el mayor sería un frenazo en el consumo.
Cuando hablamos de innovación, se distinguen entre compañías de la nueva economía y de la vieja. ¿Cuáles son los sectores que pueden liderar la recuperación económica?
Si analizamos el crecimiento de beneficios, se puede observar que en tecnología y salud – dos de los más innovadores – comparado frente a energía pero que tiene exceso de capacidad instalada. El ratio de beneficio es de 3 a 1, es decir, estamos dispuestos a pagar una prima por estas compañías que realmente innovan porque serán los ganadores del amañan. El problema es saberlas descubrir porque no siempre está nen los grandes índices sino que hay que dar un paso más allá y saber buscar las diferencias, ahí es donde la gestión activa puede marcar la diferencia.
¿Se puede buscar algo en banca?
En la banca lo que ha ocurrido si miramos los mercados occidentales es mucha tensión en el balance. En EEUU ya está en una situación saneada, en Europa está prácticamente terminada, desde este punto de vista el tema está mejor. Pero nos preocupa el tema del margen de beneficios. Por otro lado, hemos visto que hay cierto contagio del mercado de petróleo a la banca porque en EEUU se ha financiado en bastante medida el sector de shale gas a través de high yield. Con el precio del petróleo en 70-80 no había problemas pero con un barril de crudo en 40 dólares hay problemas y podemos empezar a ver defaults en el high yield americano.
La reducción de los precios del crudo ha generado un ahorro neto de 330.000 millones de dólares de los cuáles, sólo 30.000 se destinan a inversión. El resto, es para ahorrar. ¿Cómo se puede incentivar el consumo teniedno en cuenta estas cifras?
Esta es una de las claves de 2016. Como el consumidor americano tiene todavía en mente la crisis, el ahorro que se ha producido con los precios del petróleo no lo ha consumido, sólo ha consumido un 10% y el resto lo tiene “aparcado”. Gradualmente ese dinero se incorporará al consumo porque EEUU tiene más empleo, porque hay un efecto riqueza generado por el incremento de la renta disponible y además, la deuda neta del americano medio ha bajado significativamente.