Hasta hace sólo unos años cualquier caída mínima del precio del petróleo hubiera supuesto que en la siguiente reunión de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), hubiera tomado la determinación de reducir su cuota de producción. Con una reducción de la oferta, los precios subían de inmediato. De hecho, en los últimos años nos habíamos acostumbrado a vivir con un petróleo por encima de los 100 dólares por barril.
Ahora la cosa no está tan clara;
La aparición de nuevos productores potentes fuera del cártel (Latinoamérica, Rusia y Estados Unidos), ha cambiado el Statu Quo; lo importante ahora, por tanto, es conseguir que estos nuevos actores no le coman el terreno a los antiguos reyes del oro negro, más que mantener el precio del petróleo en cotas elevadas.
En un reciente seminario organizado por ETF Securities, una de sus consultoras, Amrita Sen, lo dejó claro: “la OPEP puede aguantar con el petróleo a estos niveles por un periodo de unos tres años”.
Algo que no pueden permitirse la mayor parte de los países de fuera del cártel e, incluso, otros que a pesar de formar parte de la OPEP no pueden disputarle el liderazgo a Arabia Saudí, hasta ahora el mayor productor de petróleo del mundo.
Para Sen “el nivel de 100 dólares por barril es lo que ha hecho que los productores no convencionales produzcan. Arabia Saudí no quiere que esa cota esté garantizada por eso mantener los precios bajos durante un largo periodo de tiempo es su estrategia”, ha dicho.
De hecho, tal y como se puede ver en el siguiente gráfico, los costes mínimos de producción de los países de Latinoamérica, Canadá y Estados Unidos son los más altos de entre todos los productores. Por el contrario, Arabia Saudí es la que más se puede permitir este escenario, ya que producir un barril le sale más barato que a nadie.
Y es que Arabia Saudí no se enfrenta sólo a Estados Unidos, Rusia y Latinoamérica, se enfrenta también a algunos problemas internos. Hay países como Irak, Irán o Venezuela cuya economía depende casi en exclusiva de los ingresos generados por el petróleo y a estos niveles muchos de ellos están teniendo grandes problemas”.
Según los expertos de ETF Securities el precio medio válido para todos los productores estaría entre los 70 y los 75 dólares por barril.
Para los expertos de esta firma, los mayores perjudicados por esta política de bajos costes no han sido los productores Shale de Estados Unidos, sino México, Brasil y Rusia, que recibían una gran cantidad de dinero por esta vía. Explican que mientras que los productores de petróleo no convencional producen 4 millones de barriles diarios, el resto de países no OPEP pone en el mercado 54 millones de barriles diarios.
Con todo, en Estados Unidos los productores de petróleo no convencional, shale, han visto un empeoramiento de sus balances, aumento de la deuda y muchos de ellos se encuentran ya con una posición financiera preocupante. De hecho, según los datos de ETF Securities, en los últimos trimestres muchos de ellos han presentado flujos de caja negativos.
De hecho, en opinión de la experta de la firma, en los próximos meses podríamos enfrentarnos a alguna bancarrota. Muchos de ellos podrían no poder aguantar hasta la segunda parte del año que viene, cuando estos analistas esperan que se recupere esta actividad.
Por el momento, la primera batalla con sus adversarios la ha ganado la OPEP. Pero, ¿podrá ganar la batalla? En esta firma consideran que aún hay que esperar y ver si Arabia Saudita puede aguantar la presión de sus propios socios, muchos de los cuáles no quieren seguir con este pulso.
Las que no van a poder aguantar el pulso, quizá, son algunas empresas que tendrán que seguir recortando sus costes en los próximos meses hasta que los precios se recuperen. En opinión de estos analistas, quizá no veamos recortes de dividendos, aunque si menores beneficios.
En la reunión del pasado viernes la OPEP mantuvo la actual cuota de producción y la estrategia marcada y a los saudíes no les tembló el pulso. Desde luego parece que la última batalla aún no se ha librado.
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