Aranceles comerciales, Groenlandia, Canal de Panamá, órdenes ejecutivas para apoyar a los combustibles fósiles... ¿Cuáles crees que serán las primeras medidas importantes de Trump como presidentes y cómo van a afectar a la economía?
La investidura del presidente Trump la próxima semana y las medidas que tome en sus primeras 24 horas atraerán la atención tanto del mundo como de los mercados. Se espera que se anuncien iniciativas en las áreas de política comercial y migratoria. Aunque existe una gran incertidumbre sobre los detalles específicos de estas políticas, se prevé un endurecimiento en ambas áreas. En términos de política comercial, podrían implementarse medidas más proteccionistas. En cuanto a la política migratoria, es posible que se anuncien planes concretos relacionados con deportaciones y cambios en los mecanismos para ingresar a Estados Unidos, lo que reduciría el flujo migratorio hacia el país. Asimismo, es posible que se den a conocer iniciativas iniciales en materia de reforma fiscal, especialmente en lo relacionado con la reducción de impuestos.
¿Cómo afectará los países de Latinoamérica y, más concretamente a México, país al que Trump ya ha señalado para imponer tarifas a sus productos?
Latinoamérica es una de las regiones más expuestas a los cambios en la política económica de Estados Unidos, siendo especialmente vulnerable a sus efectos. México es el caso más destacado, tanto por su relación comercial con Estados Unidos, ya que aproximadamente el 80% de sus exportaciones tienen como destino ese país, como por la presencia de migrantes mexicanos en territorio estadounidense, quienes envían remesas a sus familias en México. Este flujo de remesas, que alcanza aproximadamente 60.000 millones de dólares anuales, representa una fuente vital de ingresos para muchas familias mexicanas y un componente significativo de la economía nacional.
El mercado se muestra dubitativo y, a la vez temeroso, antes esas posibles decisiones de Trump. ¿Cómo lo valoras?
Creo que todos compartimos un sentimiento de incertidumbre. Las políticas que probablemente se implementen en Estados Unidos podrían generar presiones inflacionarias, lo que limitaría el margen de maniobra de la Reserva Federal para recortar las tasas de interés. Por un lado, estas políticas mantendrían un impulso en la actividad económica; sin embargo, por otro lado, aumentarían las presiones inflacionarias.
En este contexto, los bancos de inversión globales han ajustado sus proyecciones sobre los recortes de tasas que podría realizar la Reserva Federal este año. En Deutsche Bank, nuestra perspectiva es que no habrá recortes en 2025. Este es un entorno complejo para la economía global, especialmente en mercados emergentes y en América Latina. Las economías con vulnerabilidades macroeconómicas se verán más afectadas, ya que las condiciones financieras más restrictivas reducen el apetito por el riesgo.
Visión actual de economía americana
A día de hoy, caracterizaría la economía estadounidense como una con un buen momentum. Por un lado, esto es positivo para la actividad económica y el empleo. Sin embargo, también implica que los factores que favorecen el proceso desinflacionario son algo más débiles, lo que se traduce en una inflación más persistente de lo deseado. Este es uno de los dilemas inherentes a la economía actual.
Uno de los legados de la administración del presidente Biden es que, a pesar del panorama relativamente favorable de hoy, éste sigue a un período en el que los salarios y el poder adquisitivo de los hogares se deterioraron significativamente en los últimos cuatro años. El aumento salarial no fue suficiente para compensar la inflación acumulada en ese tiempo, lo que resultó en una pérdida real de poder de compra. Este deterioro generó un malestar que, en última instancia, se reflejó en las preferencias electorales durante las elecciones de noviembre pasado.