Lo mejor de lo mejor de las empresas mal llamadas en algunos casos tecnológicas es lo que de verdad las caracteriza más allá de que utilicen la tecnología en toda su extensión en sus trabajos. Hablamos de la innovación constante y continua, e incluso de éxito para seguir sobreviviendo. Un bucle que no cesa para estas compañías que, si se quedan paradas con los cambios de mercado, se mueren. Lo hemos visto con multitud de ellas, en especial tras la pandemia, pero es la tónica habitual de este, a veces, cruel mercado.
Y NVIDIA, tras la caída en picado de su exitoso mercado de tarjetas gráficas busca nuevos horizontes en los que posicionarse, a pesar de sus cifras más que positivas en lo referido a los centros de datos. De esta forma nos cuenta JPMorgan y en concreto su analista Harlan Sur, que el cuidado de la salud podría convertirse en un nuevo mercado de 1.000 millones de dólares anuales. En especial para sus productos relacionados con la inteligencia artificial y el procesamiento de números.
Así JPMorgan considera que esa nueva vía de negocios, con una progresión muy significativa para los próximos años, eleva la potencialidad de sus acciones, aunque con los avances vividos por la compañía en estas fechas en el mercado ya han dejado obsoleto y con potencial negativo el precio objetivo que concede al valor: 169 dólares con consejo de sobreponderar las acciones de Nvidia.
En su gráfica de cotización observamos como la compañía no deja de revalorizarse, en especial, por estos apoyos como ahora veremos de las firmas estadounidenses. En la última semana gana un 10,6%, que se convierten en avances del 7,3% en el último mes cotizado. En el trimestre recupera la friolera de un 47% y, en lo que va de año sube un 21,13%.
Pero todavía debe mantener el recorrido para recuperar posiciones, porque cede, en interanual, un 29,4%. E incluso más: pierde un 39% desde sus máximos interanuales de marzo pasado.
Desde Wells Fargo se considera a Nvidia como uno de los mejores en 2023 a pesar de que no se han despejado todas las incógnitas sobre el futuro de la compañía, y destacan que la IA y la automatización de diseño electrónico y automotriz están entre sus prioridades favorables.
Mirada positiva por la mejora de los productos de sus centros de datos, con nuevos superchips Grace y Grace Hopper que lanzarán en esta primera parte del año y que tratarán de borrar el sentimiento negativo, en exceso consideran de los inversores hacia productos como su Arm de 144 núcleos. Y confían en su capacidad para generar ingresos a partir de software con un punto de inflexión en el negocio automotriz, para el que se acaba de aliar con Foxconn, que producirá y usará los chips de Nvidia para permitir la conducción autónoma.
Desde TipRanks la media del mercado indica que, de los 27 analistas que siguen el valor, 21 optan por comprar, 5 por mantener y uno más por vender sus acciones en el mercado. Su precio objetivo, 203,24 dólares por acción que le otorga un potencial margen de mejora en el mercado que puede alcanzar el 15%.
KeyCorp, sin embargo, destaca que ha rebajado sus previsiones sobre el próximo año fiscal de Nvidia 2024, con la idea de que gane 2,74 dólares por acción este año, frente a su estimación anterior de 3,13 euros por título. Aun así, la firma le otorga un amplio margen de mejora en el mercado, del 24% hasta los 220 dólares por título, con la idea de sobreponderar sus acciones.
Y, por último, desde Bank of America, su analista Vivek Arya es mucho más optimista con respecto al sector de semiconductores. Considera que “la localización y la duplicación de las cadenas de suministro globales podrían impulsar una década de nuevas construcciones y herramientas fabriles impulsadas por más de $150 mil millones en subvenciones gubernamentales e incentivos fiscales”.