NVIDIA ha vuelto a hacerlo. Es decir, a batir las esperadas y elevadas expectativas del mercado. en concreto, sus ingresos alcanzan en el último trimestre los 39.330 millones de dólares frente a los 38.050 millones de dólares estimados, con un crecimiento del 78%.

Los ingresos de Nvidia siguen aumentando a medida que la empresa sigue aprovechando el auge de la IA con sus procesadores gráficos para centros de datos, que constituyen la gran mayoría del mercado de aceleradores de IA. En el global del ejercicio, los ingresos aumentaron un 114% hasta los 130.500 millones de dólares.

En cuanto a su beneficio por acción, alcanza los 0,89 dólares, frente a los 0,84 dólares previstos por Wall Street. Cifras que dejan, en un primer momento, un sabor agridulce con avances ligeros en el afterhours y caídas que se superponen en esta primera lectura del mercado tras publicar sus resultados, por la caída en el margen bruto de sus beneficios y sobre todo por las expectativas de que ese descenso se prolongue en el próximo trimestre y en la misma cuantía. 

Todo ello mientras sus gastos operativos seguirán creciendo al ritmo trimestral del 15% tras hacerlo en un 48% en el trimestre recién presentado. 

A pesar de esto, las ganancias netas durante el trimestre aumentaron a 22.009 millones o esos 89 centavos por acción diluida de los que hablábamos, frente a 12.290  millones o 49 centavos por acción en el mismo período del año anterior. Y esto ha hecho, que media hora después de publicar, con la conference call los inversores se hayan convencido con ganancias del 2,3%. 

En sus guías, Nvidia prevé unos ingresos para el primer trimestre por encima de las estimaciones del mercado, esperando que persista la fuerte demanda de sus principales chips de inteligencia artificial, ya que las empresas gastan mucho en ampliar la infraestructura de inteligencia artificial generativa.

La compañía espera unos ingresos de 43.000 millones de dólares, más o menos un 2% para el primer trimestre, frente a la estimación media de los analistas de 41.780 millones de dólares , según datos recopilados por LSEG.

Nvidia es la mayor beneficiaria del repunte de los valores relacionados con la inteligencia artificial, ya que sus acciones han subido más de un 400% en los dos últimos años.

La demanda de los avanzados chips de Nvidia, capaces de procesar con rapidez las grandes cantidades de datos que utilizan las aplicaciones de IA generativa, no ha dejado de crecer, a medida que las empresas compiten entre sí para erigirse en líderes de la nueva tecnología. La IA generativa es un tipo de inteligencia artificial que puede aprender de los datos y mejorar con el tiempo.

Las optimistas previsiones de Nvidia también ayudan a disipar las dudas en torno a la ralentización del gasto en su hardware que surgieron el mes pasado, tras las afirmaciones de la startup china de IA DeepSeek de que había desarrollado modelos de IA que rivalizaban con sus homólogos occidentales a una fracción de su coste.

Esto podría echar más leña al fuego de la recuperación de la IA tras el tumultuoso retroceso de los valores de los Siete Magníficos desde sus máximos de finales de 2024, cuando el optimismo de Wall Street se desvaneció a la sombra de las innovaciones de DeepSeek.

Todo ello mientras Nvidia ha cerrado el día en Wall Street con alzas del 3,67% hasta los 131,28 dólares por acción y una capitalización bursátil de 3,1 billones de dólares, el segundo tras Apple.

Un puesto de líder global que cedió tras su debacle del pasado mes de enero cuando el día 27 se desató el miedo tech global ante la irrupción de DeepSeek la inteligencia artificial china más barata y rentable que llevó a Nvidia a ceder en el mercado la friolera de casi 600.000 millones de dólares en pérdidas. 

Se trató entonces del nivel de caídas más elevado en un solo día en la historia bursátil. Desde entonces, Nvidia ha recuperado terreno, tras los 118,42 dólares por acción en los que cerró, con ganancias desde entonces de un 12%. Sin embargo, todavía pierde, desde su cierre del viernes anterior a ese fatídico lunes, en los 142,62 dólares, un 7,2%. 

En lo que llevamos de año, Nvidia baja un 2,22% y cede por encima del 5% en la última semana a pesar de la recuperación tras el cierre en Wall Street.