En Netflix tras la tempestad viene la calma. Y lo hace de la mano de un mercado que ve al valor con mucha más calma, sin compras explosivas como las cosechadas tras los resultados. Pero aquí cada día, cada semana, cada mes, pero, sobre todo, cada trimestre es un examen continuo y en su caso, con esa rémora de un 2022 para olvidar, el test es casi un examen evolutivo de segundo a segundo.
Lo hemos vista esta semana con la pauta positiva y doble además de la SuperBowl. Como el valor despuntaba en una sesión favorable para el Nasdaq, el doble del indicador, con alzas del 3% a cuenta de que su anuncio protagonizado por el actor Will Ferrer junto con su partner General Motors, elevaba sustancialmente las búsquedas online de vehículos eléctricos. Y también por la publicidad gratuita en el espectáculo de Rihanna al descanso de la final de fútbol americano con el homenaje a la serie de Netflix “El juego del calamar”.
En su gráfica de cotización comprobamos que Netflix recorta un 1,21% su recorrido alcista en la última semana cotizada, con revalorización que ya roza el doble dígito en lo que llevamos de mes. En el trimestre, sus avances alcanzan el 15,6% mientras que, en lo que va de año, las ganancias superan el 21,6%. Eso sí, todavía en interanual recorta un 12% tras el nefasto ejercicio vivido por Netflix en 2022.
Pero está claro que la mayoría de los analistas lo que de verdad van a valorar, y por eso la incertidumbre general que pende sobre el valor es si, la respuesta de sus abonados al fin de compartir contraseña- a la que por cierto animaba vivamente Netflix en tiempos pasados- supondrá un abandono masivo. No solo por ese aumento de precios, que en España es considerable, sino también por la negativa acogida del público y la campaña negativa encabezada por la americana con el hashtag #CancelNetflix y seguida en cada idioma.
A esto hay que sumar el alcance y acogida a futuro de la apuesta con publicidad, que se proyectaba como una de las grandes panaceas para conseguir ingresos y que puede que no sea para tanto. Los resultados del trimestre actual darán la campanada por estas dos métricas cuando se presenten, y saber si aquellos que comparten cuentan vuelven a lo que creíamos perdido con la plataforma: la vuelta de los anuncios en películas y series.
Desde Tipranks vemos que Netflix que el consenso del mercado que recoge 36 recomendaciones sobre el valor coloca a 17 de compra, 16 que optan por mantener y 3 más que se decantan por vender sus acciones en el mercado. De ahí que su precio objetivo alcance los 348,10 dólares la acción, con un máximo de 440 dólares y un mínimo de 215. El precio medio objetivo alcanza por tanto los 348 dólares por acción, lo que supone una caída de casi el 3%, con potencial por tanto negativo, desde los precios de referencia del valor.
De momento, tras las mejoras en general de los analistas en su precio objetivo tras los resultados, lo cierto es que algunas se mantienen como en el caso de Guggenheim y sus 400 dólares de PO, los 390 de Argus o los 415 de Oppenheimer. Pero prácticamente el resto ya está descontado en precios.
Sin embargo, el último en pronunciarse, hablamos de Jefferies y de su analista Andrew Uerkwitz, que ve como oportunidad, más que como peligro una oportunidad el fin de compartir contraseñas para los ingresos de la compañía. De hecho, esperan que el 21% de aquellos con cuentas compartidas se queden en la plataforma con pagos adicionales en 2023, una cifra que esperan crezca al 45% el año que viene. Y por ello elevan el valor a comprar con un precio objetivo que sube a los 425 dólares desde los 400 anteriores. Su potencial, del 18%.
Por último, desde los indicadores de Fuerza Premium sobre los que trabaja y elabora Estrategias de Inversión, las acciones de Netflix presentan un nivel muy fuerte, que se eleva desde fuerte y que está muy marcado, tanto a medio como a largo plazo, con operativa en ruptura de resistencias y compra en soportes y como riesgo fundamental, la acumulación de excesos y figuras bajistas.