Musk (Tesla), víctima del fuego cruzado entre Trump y China por los aranceles

De acuerdo con una información adelantada por Financial Times, Tesla ha sido informada de que no hay un calendario definitivo para que los reguladores aprueben una licencia para que comience la capacitación generalizada de su tecnología de ‘conducción autónoma total’ (FSD por sus siglas en inglés), a pesar de una indicación anterior de que obtendría luz verde en el segundo trimestre de 2025.

La licencia sería un paso importante para que la compañía dirigida por Elon Musk pueda ofrecer una funcionalidad semiautónoma en sus vehículos en China, un desarrollo que impulsaría los ingresos por suscripción y ayudaría a apuntalar sus menguantes ventas en el mercado chino, el más grande del mundo.

El sistema puede acelerar, dirigir, frenar y cambiar de carril, pero aún requiere que los conductores estén alerta con las manos en el volante. Tesla había anunciado en septiembre que planeaba implementar la tecnología FSD en China y Europa en el primer trimestre de 2025, sujeto a la aprobación regulatoria.

Esta ambición está cada vez más en duda a medida que el presidente Trump se involucra en una guerra comercial con China. Beijing impuso aranceles de represalia a una variedad de productos estadounidenses este mes después de que EEUU impusiera un impuesto adicional del 10% a todos los productos chinos.

Las autoridades chinas están considerando usar la aprobación de la licencia de conducción autónoma de Tesla como moneda de cambio en las negociaciones comerciales con Trump, señala Financial Times, que cita fuentes de personas con conocimiento de la demora que explican que esta es la razón principal de la tardanza en la concesión del permiso.

La aprobación aún podría llegar pronto, dependiendo de cómo se desarrollen las negociaciones comerciales, añaden estas fuentes. Pero sería poco probable un consentimiento rápido a menos que hubiera “un gran avance o concesión” en las conversaciones comerciales.

La situación ilustra cómo la estrecha relación de Elon Musk con Trump, de quien es un asesor y donante clave, podría ser contraproducente para el hombre más rico del mundo y partes de su imperio empresarial, incluido el mercado más importante de Tesla fuera de EEUU.

Las acciones de Tesla acumulan un descenso de algo más de un 6% en lo que va de 2025, si vienen los últimos 12 meses se disparan un 83,65%.