Microsoft sabe que la máxima de “quien pega primero, pega dos veces” es cierta. Especialmente en un mundo ultracompetitivo como el de la innovación. Y el último grito es el mundo de las aplicaciones de la Inteligencia Artificial, en el que sin duda el pasado mes de enero daba un golpe de mano, esencial, con su mayor vinculación con Open AI, el creador del ChatGPT que está en boca de todos, en principio, para integrarlo en su buscador y hacerle frente a Google de tú a tú, aunque en esa materia Alphabet le gana por goleada a la empresa que dirige Satya Nadella.
De repente, el mundo se volcó con Microsoft, tras el acuerdo que implica una inversión multianual “de miles de millones de dólares” para acelerar los avances de la IA, decía el comunicado de la compañía y garantizar que se compartan ampliamente esos beneficios. Desde supercomputación a escala, con proveedor en la nube por parte de Azure exclusivo y las nuevas experiencias con integración y mejora en sus productos, en el más corto plazo con Bing, su motor de búsqueda y Edge, su navegador.
Todo un efecto devastador que revolucionaba el mercado y obligaba a Google a ponerse unas pilas, para las que todavía no estaban preparados. De hecho, ya es historia la fallida presentación de su némesis Bard, con muchas cosas que depurar. El mercado sabe que las posibilidades del ChatGPT son infinitas, pero, a corto plazo, también tendrá que lidiar, como además empieza a leer el mercado, con sus fallos, múltiples y garrafales en algunos casos como hemos ido comprobando.
La potencialidad está ahí y le coloca a la cabeza, como ese 16% que avanza desde que se presentara el pasado 23 de enero, pero los fallos, y más que se esperan encontrar, también son voluminosos y le pueden pasar factura. De momento, en su cotización vemos caídas del 6,2% en la semana, tras el fuerte derrumbe del pasado martes en el Nasdaq, con avances mensuales del 5% y trimestrales del 6%, que dejan sus ganancias en lo que va de año en un 5,36%.
En lo que todos sí están de acuerdo es que, el futuro de Microsoft pasa ahora mismo por esas mejoras, pero no solo por eso, en especial en el más corto plazo, y en su devenir bursátil. Así lo consideran los expertos financieros y las firman que vuelven a leer la potencialidad que presenta el valor en este 2023 que ya se está complicando.
Por ejemplo, desde Mizuho Securities, su analista Gregg Moskowitz refrenda su apuesta de comprar el valor en el mercado, mientras que mejora su precio objetivo hasta los 300 dólares desde los 280 anteriores. Considera que el mercado de la publicidad, que superó los 570.000 millones en el ámbito digital durante el pasado ejercicio sigue siendo muy rentable, en especial para la compañía, porque el 40% de la misma, se centra en las búsquedas. Además, destaca el analista, está creciendo entre un target hasta ahora no señalado, el de los adolescentes. Y eso lo reflejará el valor, con una oportunidad de ingresos anuales añadidos de 2.000 millones de dólares.
Desde TipRanks vemos que de los 29 analistas que siguen el valor, 25 optan por comprar, tres más por mantener y uno por vender sus acciones en el mercado. Con precio objetivo medio de 291,70 dólares por acción, con avance potencial del 15,45%.
A esto se suma, por ejemplo, la opinión de Guggenheim y de su analista John DiFucci, que, tras el boom de la IA en el mercado, saca a pasear el problema de la creación de una burbuja de Inteligencia Artificial, por lo que mantiene su calificación de venta de las acciones.
Nada que ver con la mejora por parte de Jefferies de su precio objetivo sobre Microsoft. Sube su precio objetivo hasta los 310 dólares por acción desde los 275 anteriores con calificación de compra que se mantienen, porque considera que el efecto de la IA sobre la compañía llevará tiempo, pero que al final repercutirá positivamente en sus resultados.
Considera su analista Brent Hill que "las mejoras de búsqueda actuarán como un viento de cola para los ingresos publicitarios a largo plazo, pero llevará tiempo traer a los usuarios de vuelta a Bing y necesitarán una palanca para alejar a los anunciantes de Google". De momento recordemos que el campo a mejorar de Bing es más que elevado, ya que solo controla el 1% de un mercado en el que Google gana por goleada: 85%.
Ya desde Morgan Stanley sobreponderan el valor con un precio objetivo de 307 dólares por acción de Microsoft, consideran que los fundamentos de la compañía son sólidos y la nueva interacción renovada Open IA posicionarán de mejor y mayor manera su crecimiento en el mercado.
Y desde BMO Capital Markets, este mismo martes su analista Keith Bachman indicaba que el elevado acceso a los datos de la compañía debería ayudarlo a mantener su liderazgo inicial en IA, ya que lo coloca en una posición sólida en la industria emergente. Aunque eso sí, considera que, en el uso empresarial, la IA podría desarrollarse a más largo plazo, debido en parte a que Microsoft no tiene todos los datos de los clientes que fluyen a través de su apartado en la nube de Azure, algo que sí tiene Google.