La Fed relajará los test de estrés a la banca: ¿Impulso para los dividendos?

La Reserva Federal estadounidense ha anunciado que está estudiando cambios importantes en sus ‘test de estrés’ anuales a los bancos a la luz de recientes desarrollos legales. En una victoria para los grandes bancos de Wall Street, el regulador podría permitir a las entidades proporcionar comentarios sobre los modelos que utiliza, así como permitirles proporcionar información sobre los escenarios hipotéticos que utiliza para los controles

Es decir, que la banca tendría algo parecido a un derecho de réplica sobre los modelos y escenarios utilizados en las pruebas de esfuerzo. 

Asimismo, podría promediar los resultados durante dos años para reducir la volatilidad anual en la cantidad de capital que los bancos deben reservar para absorber pérdidas potenciales.

Creadas después de la crisis financiera de 2007-2009, los test de estrés evalúan si los grandes bancos podrían resistir un shock económico. Son fundamentales para el régimen de capital, dictando cuánto efectivo deben reservar las entidades para absorber pérdidas y cuánto pueden devolver a los accionistas, ya sea a través de dividendos o recompras de acciones.

La Fed ha asegurado que los cambios propuestos no fueron diseñados para afectar los requisitos generales de capital, sino que siguieron a recientes fallos judiciales que han cambiado significativamente el marco de la ley administrativa en los últimos años. “La Junta (de la Reserva Federal) analizó la prueba de estrés actual en vista del cambiante panorama legal y determinó modificar la prueba en aspectos importantes para mejorar su resiliencia”, ha señalado la institución.

El movimiento llega después de que el pasado mes de junio el Tribunal Supremo de EEUU asestase un duro golpe al poder regulatorio federal al revocar un precedente de 1984 que había otorgado deferencia a las agencias gubernamentales en la interpretación de las leyes que administran. Ese precedente surgió de un fallo que involucraba a la compañía petrolera Chevron, que había exigido que los jueces se acogieran a interpretaciones razonables de las agencias federales sobre leyes estadounidenses que se consideraran ambiguas.

“La Fed persigue evitar litigios con el sector ya que los stress-test sirven de base para establecer las exigencias de capital”, explican los analistas de Bankinter en una nota. “A efectos prácticos, lo más importante es que la banca podría promediar el resultado de los stress-test durante 2 años, reduciendo la volatilidad en las exigencias de capital, la rentabilidad/RoTE sostenible estimada y la remuneración para los accionistas”, señalan los expertos, que destacan el “impacto positivo” para los bancos estadounidenses.