El país ha logrado reducir la inflación y superar las expectativas de crecimiento y desempleo, evitando una recesión económica que, hace unos meses, parecía incuestionable. Pese a la eficiente gestión de Joe Biden, hay una parte de la población que considera que la economía va mal y que las medidas del gestor de la Casa Blanca, las denominadas Bidenomics, no son eficientes.
Ante este contexto, los analistas vienen observando el mercado y viendo qué resultado electoral sería más favorable para el devenir de la economía de EEUU. Triunfen republicanos o demócratas, los cimientos del dólar se verán sacudidos por medidas que acabarán afectando a todos los estratos sociales. En términos generales, el resultado más favorable suele ser aquel en el que el presidente en ejercicio resulta reelegido, ya que el Banco Central relaja su política monetaria. Pese a todo, el gran reto que se le presenta a Biden es convencer a los jóvenes votantes, quienes ven el sueño americano como más lejano.
De no conseguir su respaldo, los demócratas verían difícil revalidar su poder y, por ende, el retorno de Donald Trump. Las últimas cifras sobre la confianza del consumidor en Biden, aportadas por la Universidad de Michigan, reflejan un aumento del 69,4% tras el 61,3% de noviembre.
El contexto actual
La economía de EEUU experimentó su mejor ritmo histórico de crecimiento durante el tercer trimestre de 2023. De hecho, el último informe de empleo de EEUU refleja un mercado laboral fuerte, pese a la subida de los tipos de interés.
No obstante, la fortaleza del mercado laboral preocupa a los inversores, ya que saben que la Reserva Federal reaccionará manteniendo los tipos de interés elevados para paliar la inflación. De mantenerse esta situación, las hipotecas, las financiaciones y las tasas de interés de tarjetas de crédito serían más elevadas, lo que provocaría el hastío entre la población y la pérdida de confianza para los demócratas. Y es que los estadounidenses vienen endeudándose a ritmo récord, incumpliendo sus pagos de tarjetas de crédito en unas cifras históricas desde 2011.
El aumento de precios desorbitado generado en los años posteriores a la pandemia ha provocado un aumento del IPC en un 20%, productos básicos que se han encarecido y que han hecho a muchos ciudadanos salir a la calle y mostrar su apoyo definitivo al bando republicano.
A esto se le suma que el déficit comercial internacional mensual de EEUU disminuyó en noviembre de 2023, según datos de la Oficina de Análisis Económico y la Oficina de Censo de EEUU. De esta forma, el déficit se redujo de 64.500 millones de dólares en octubre a 63.200 millones de dólares en noviembre, al reducirse las importaciones más que las exportaciones. Además, el déficit de bienes bajó en noviembre en 600 millones de dólares hasta 89.400 millones de dólares, mientras que el superávit de servicios aumentó 700 millones de dólares hasta los 26.200 millones de dólares.
¿Qué opinan los analistas?
El ‘resultado más favorable’ o ‘menos malo’ para el experto Wolf von Rotberg (estratega de renta variable en J. Safra Sarasin Sustainable AM) es que triunfe Biden. No obstante, para lograrlo en 2024 será necesario evitar una recesión. Pero las estadísticas están de lado del actual presidente, pues durante los últimos 50 años el partido gobernante ha perdido la Casa Blanca si se ha producido una recesión durante el año electoral.
Al permanecer el Gobierno en funciones, la renta variable tiende a subir más durante el año siguiente, pero se mantiene plana (en término medio) si cambia el Gobierno tras dos mandatos consecutivos. Esa subida de la renta variable suele ser del 10% aproximadamente.
Los recortes de tipos de la Fed suelen favorecer el comportamiento del mercado en años de elecciones. No obstante, las elecciones no suelen tener un gran impacto en el rendimiento de los mercados, pero sí a posteriori. Y es que el S&P 500 suele ganar entre un 7% y un 16% en los 12 meses anteriores a los comicios si se trata de una pugna entre dos candidatos.
De igual modo, las mayores ganancias del mercado de renta variable suelen producirse tras la reelección del presidente en funciones, aumentando en un 19% durante el año venidero. Sin embargo, al llegar a la Casa Blanca un nuevo presidente, el mercado suele experimentar un crecimiento del 3% de media durante los primeros 12 meses de mandato.
En cualquier caso, no se puede descuidar la vinculación entre economía y resultado electoral. Por consiguiente, la reelección de Biden dependerá, en gran medida, de la trayectoria económica durante 2024 y de los riesgos que esté dispuesto a asumir el presidente.
Si Donald Trump vence en las primarias republicanas, se daría una circunstancia inusual, pues durante su etapa como presidente incumplió algo más del 50% de las promesas electorales y solo cumplió el 25% de éstas. Además, la incertidumbre gira en torno al candidato si fuese finalmente condenado y encarcelado, lo cual podría derivar en una larga crisis constitucional e insurrección.
Los analistas también apuntan a que una victoria de Trum repercutiría en una política exterior que asilaría más aún a EEUU, especialmente si reduce las sanciones impuestas a Rusia. Por tanto, los inversores deberán estar preparados para la volatilidad, huyendo hacia activos más seguros como el oro y la deuda pública.