El DOW JONES sube un 0,91% o 383 puntos, hasta los 42.710 puntos, mientras que el S&P 500 avanza un 0,94% en 5.927 puntos. El Nasdaq avanza un 1,11% hasta los 19.607 puntos.
Loa grandes índices vienen de una sesión muy complicada ayer miércoles. El DOW JONES acabó bajando un 2,58%, acumulando nada menos que diez días consecutivos cerrando en negativo, todos los transcurridos desde que a principios de mes logró superar por primera vez al cierre los 45.000 puntos. Para encontrar una racha a la baja comparable hay remontarse a 1974, cuando fueron once días seguidos de caídas. Además, el índice va camino de su peor semana desde 2023.
Por su parte, el S&P 500 cayó un 2,95%. Tanto el Dow Jones como el S&P 500 registraron su mayor pérdida diaria desde agosto, cuando el desmantelamiento del carry trade del yen sacudió los mercados.
No obstante, el mayor castigo fue para el Nasdaq, que cayó un 3,56% y perdió los 20.000 puntos, ya que el índice con gran peso tecnológico vio aumentar sus pérdidas hacia el final de la sesión.
Todo ello tras el jarro de agua fría que dio la Fed a los mercados. La institución presidida por Jerome Powell recortó en 25 puntos los tipos de interés, pero avisó de que para 2025 solo se pueden esperar dos recortes adicionales (o 50 puntos en total), cuando en septiembre había previsto cuatro recortes.
Durante la rueda de prensa posterior Powell no dio consuelo a los mercados, sino más bien lo contrario. “Estamos en el 4,3%, eso es significativamente restrictivo y creo que es una tasa bien calibrada para que sigamos avanzando en la inflación mientras mantenemos un mercado laboral fuerte”, señaló el presidente, que avisó de que el banco central va a ser “más cauteloso a medida que consideramos más ajustes a nuestra tasa de política monetaria”.
En la renta fija, los rendimientos de los bonos del Tesoro aumentaron tras la cautelosa perspectiva de la Fed, lo que presionó aún más a las acciones. El rendimiento del bono a diez años subió más de 13 puntos básicos para superar el 4,5%. Hoy sigue tensionado, con una rentabilidad en el 4,537%.
La reacción del mercado “fue muy virulenta, exagerada desde nuestro punto de vista”, cree Juan J. Fernández-Figares, de Link Gestión. “Si bien la inflación va a tardar algo más en bajar de lo esperado, la principal causa de ello es el buen estado por el que atraviesa la economía estadounidense, lo que se verá reflejado de forma positiva en los resultados de la mayoría de las compañías cotizadas”.
El experto cree que la corrección “no va a ir mucho más lejos, y la achacamos principalmente a un proceso normal de tomas de beneficios, tras un año muy positivo para la bolsa estadounidense, que ha permitido a muchos inversores mantener a día de hoy muchas plusvalías latentes”.
“Las acciones eran vulnerables a una venta masiva”, abunda Jeff Buchbinder, estratega jefe de renta variable de LPL Financial. “El gran salto en las expectativas de inflación y la consiguiente venta masiva de bonos fue una excusa conveniente. Una vez que el apoyo de las tecnológicas se evaporó, ningún otro grupo fue capaz de intervenir para llenar ese enorme agujero”.
En la agenda macroeconómica del día, mientras los inversores siguen digiriendo los anuncios de ayer, hoy reciben también referencias de calado, empezando por la estimación definitiva del PIB del tercer trimestre del año, que se revisa al alza hasta el 3,1%, frente al 3,0% de la estimación anterior. Además, se han conocido las habituales cifras semanales de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo, que se situaron en 220.000, 20.000 menos que en la semana anterior y por debajo de las 230.000 que había esperado el mercado. El promedio móvil de cuatro semanas, que tiene en cuenta la volatilidad de las cifras, subió ligeramente hasta 225.500.
En el plano empresarial, muy mala acogida a los resultados de Micron Technology, que se desploma un 13% en la apertura del mercado. Pesa sobre todo la débil previsión que ha presentado la compañía para el segundo trimestre fiscal, que pasa por unos ingresos de 7.900 millones de dólares, con un margen de 200 millones por arriba o por abajo, y unas ganancias de 1,43 dólares por acción. Los analistas habían esperado 1,91 dólares por acción de beneficios y 8.980 millones de ingresos.
El fabricante de chips alcanzó un beneficio por acción de 1,79 dólares, ajustados, frente a los 1,75 dólares esperados, mientras que los ingresos estuvieron en línea con lo esperado, en una cifra de 8.710 millones de dólares.
Caídas de un 6,6nvi% para Lennar, que ha informado de unas ganancias por acción de 4,06 dólares por acción, por debajo de los 4,15 dólares previstos. Las tasas hipotecarias elevadas están afectando al rendimiento de la empresa.
La nota positiva es para Darden Restaurants, que sube más de un 10% en los primeros compases de la negociación tras batir las previsiones del mercado. La compañía se ha anotado un beneficio por acción de 2,03 dólares, ajustados, frente a los 2,02 dólares esperados. Los ingresos, de 2.890 millones, no alcanzan sin embargo los 2.900 millones esperados. Pero los inversores celebran especialmente el dato de ventas en tiendas comparables, con un aumento del 2,4% que está muy por encima del 1,5% previsto.
Los inversores tendrán que estar atentos a la cotización de NVIDIA, que ayer finalmente bajó un 1% en la jornada regular, cayendo por quinto día consecutivo por primera vez desde septiembre de 2023. El valor había llegado a estar subiendo casi un 4% durante la mañana. Eso sí, el gran favorito de Wall Street este año ha subido un 160% desde principios de 2024. Hoy arranca con subidas del 2%.
En los mercados de materias primas, los precios del petróleo bajan ligeramente este jueves, con el Brent de referencia en Europa subiendo un 0,45% hasta los 73,72 dólares por barril. Los futuros del West Texas Intermediate estadounidense bajan un 0,31% hasta los 70,36 dólares.
El euro recupera hoy un 0,46% frente al dólar hasta dejar el tipo de cambio en 1,0398 dólares por cada moneda única.