El DOW JONES sube un 0,79% hasta los 42.878 puntos, mientras que el S&P 500 avanza un 0,63%, en 5.918 puntos. El Nasdaq sube un 0,56% hasta los 19.418 puntos.
Wall Street regresa a la actividad tras haber permanecido ayer cerrado por Año Nuevo. En su última sesión, los tres grandes índices cerraron a la baja, con el Dow Jones cediendo un 0,07%, por el 0,43% que se dejó el S&P 500 y el 0,90% del Nasdaq.
Si se mira 2024 como un todo, el S&P 500 subió un 23% el año pasado, mientras que el Dow sumó casi un 13%. Impulsado por el entusiasmo en torno a la inteligencia artificial y los recortes de tipos, el Nasdaq Composite fue el que mejor desempeño tuvo, con un avance del 29%.
Los llamados Siete Magníficos estuvieron detrás de gran parte del avance de 2024. NVIDIA registró una espectacular ganancia del 171% gracias al boom de la inteligencia artificial, mientras que el fabricante de iPhone, Apple, subió un 30%. Pero estas grandes ganancias llevaron a cierta toma de ganancias a fin de año. El S&P 500 registró cuatro días consecutivos de caída para cerrar el año, la primera vez que le ocurre desde 1966.
Todo esto significa que será difícil que se materialice el ansiado rally de Santa Claus, como se llama al aumento de las acciones en los últimos cinco días el año y los primeros dos días de negociación de enero. El S&P 500 sube de media un 1,3% durante este período y ha terminado más alto casi el 80% del tiempo, según los datos de mercado de Dow Jones que se remontan a 1950.
En la agenda macroeconómica de este jueves, los inversores han conocido los habituales datos semanales de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo. El número de personas que pidió ayudas estatales por desempleo se situó la semana pasada en 211.000, por debajo de lo previsto (222.000), según los datos publicados por el Departamento de Trabajo. La cifra de la semana previa fue revisada al alza, a 220.000, frente a una estimación anterior de 219.000.
La media móvil de nuevas solicitudes de las cuatro últimas semanas, que se considera una indicación más fiable de las tendencias en el mercado laboral ya que reduce los picos de volatilidad, cayó a 223.250.
Tras la apertura se conocerá también el PMI Manufacturero de diciembre.
También habrá que evaluar cómo reacciona el mercado al ataque mortal en Nueva Orleans el día de Año Nuevo que se está investigando como un posible acto terrorista. El FBI ha señalado que es posible que el sospechoso, que condujo un camión contra una multitud, no fuera el “único responsable” del ataque.
Entre las empresas protagonistas del día, el destino de la adquisición prevista de US Steel por parte de Nippon Steel depende del presidente saliente de EEUU, Joe Biden, que tiene hasta el 7 de enero para decidir. En un intento de persuadir a Biden, la compañía nipona ha ofrecido dar al gobierno estadounidense poder de veto sobre cualquier recorte a la capacidad de producción de U.S. Steel, según publica Reuters, que cita una fuente familiarizada con el asunto.
Es protagonista también Tesla, que ha publicado sus datos de producción y entregas del cuarto trimestre que han decepcionado al mercado. Las entregas llegaron a 495.570 en el último parcial del año, para un total en 2024 de 1.789.226 vehículos, mientras que la producción alcanzó los 459.445 coches, finalizando el año en 1.773.443. Las acciones de la compañía comandada por Elon Musk bajan un 4,3% en la mañana neoyorquina.
En cuanto a las recomendaciones de los analistas, buenas noticias para Uber Tech, que ve como Goldman Sachs incluye al valor en su lista de comprar con convicción. La compañía sube un 2,5% en la apertura de Wall Street.
Cloudflare se anota una subida de un 6,90% en la apertura. Goldman Sachs sube dos escalones su recomendación de la empresa de ciberseguridad, de ‘vender’ a ‘comprar’. La firma también casi duplica su precio objetivo, citando “varios catalizadores positivos” de cara a 2025, incluidas las mejoras de productividad en ventas y marketing y las soluciones informáticas de borde.
SoFi Technologies cae un 2,2% después de que KBW le haya rebajado el consejo hasta ‘infraponderar’ desde el anterior ‘rendimiento del mercado’.
Buena parte de las caídas en la renta variable en las últimas semanas viene de la presión de las rentabilidades de los bonos, según se han ajustado las expectativas de tipos ante la llegada de Trump a la Casa Blanca. Hoy la rentabilidad del bono a diez años da una tregua, bajando cuatro puntos hasta situarse en el 4,533%. El bono de referencia vivió una auténtica montaña rusa el año pasado, arrancando por debajo del 3,9%, subiendo hasta el 4,7% en primavera, retrocediendo de nuevo hasta el 3,7% y acabando finalmente 2024 por encima del 4,5%. El bono a dos años paga un 4,215%.
En los mercados de materias primas, los precios del petróleo arrancan el año con subidas, muy esperanzados en una reactivación de la economía china después de que el presidente Xi Jinping haya prometido en su discurso de Año Nuevo políticas proactivas para promover el crecimiento económico en China. El gigante asiático es el mayor importador mundial de crudo.
Los futuros del West Texas estadounidense avanzan un 1,87% hasta los 73,06 dólares, mientras que los del Brent de referencia en Europa suben un 1,66%, en 75,88 dólares.
El euro sigue de capa caída frente al dólar y baja un 0,39% hasta un cruce de 1,0318 dólares por cada moneda comunitaria, tras las caídas del 5,5% el año pasado.
