DOW JONES Ind Average sigue padeciendo en carne propia, lo que muchos analistas piensan y alguno se atreve a decir. Es el caso de George Ball, el presidente de Sanders Morris Harris declaraba en la CNBC que el mercado está “confundido”, pero no en su acepción de equivocarse ante las caídas registradas. Sino que no sabe a qué atenerse con esos movimientos altamente volátiles, sin rumbo fijo, que se mueve con cada noticia que acontece, en uno y otro signo, sin dirección marcada a la que agarrarse. De ahí que sea muy difícil establecer parámetros de base para la evolución de las acciones.
Lo único que ahora mismo tiene claro el mercado es que el temor a una crisis bancaria de uno u otro signo, que propicie problemas de solvencia primero, y de liquidez después en los bancos está más que presente, con esas caídas del sector y la mirada hacia los denostados en los últimos tiempos por sus elevados costes y el efecto pernicioso de las subidas de tipos, valores tecnológicos.
De todo hay en un Dow Jones, en el que destacan los valores tecnológicos, con Salesforce a la cabeza y su revalorización anual del 43%, Apple con un 23% y Microsoft que sube en lo que va de ejercicio un 16%, mientras destaca la recuperación del cuarto valor en liza en el indicador, Intel que es el que mejor se comporta en el mes, con una recuperación del 18% que le lleva a subir a doble dígito en el año, a cuenta de las mejores perspectivas para los semiconductores.
No hay convicción por tanto en los movimientos, mientras los inversores ven dos cosas fundamentales en las declaraciones de los reguladores. Por un lado, el refrendo continuo de los responsables financieros y de los banqueros centrales de que no hay problemas en el sistema financiero, siembran de dudas a Wall Street.
Por el otro, declaraciones de ida y vuelta sobre los depósitos no asegurados y el respaldo del Tesoro, de su secretaria Janet Yellen y, no lo olvidemos, expresidenta de la Fed, tampoco ayudan en el mercado, a pesar de que el desmentido final de la pasada semana era, a la postre, lo que hacía repuntar el viernes a Wall Street.
Aunque la crisis del sector bancario redunda en menores niveles de la economía americana, a pesar de que parece que las subidas de tipos de la Fed tienen ya los días contados ante el panorama actual. Es al menos lo que advierte Moody’s ese contagio bancario tan peligroso. En concreto, su director gerente de crédito, Atsi Sheth destaca que “existe el riesgo de que los responsables políticos no puedan reducir la agitación actual sin repercusiones más duraderas y potencialmente graves dentro y más allá del sector bancario”
Pero siempre con permiso de los datos, porque el viernes nos llega el dato preferido de Powell la inflación de los gastos e ingresos personales, que marcará la dinámica de la semana sobre el papel, a la espera de lo suceda entre los valores financieros.
En su evolución en el mercado, comprobamos que Dow Jones apenas sube medio punto en la última semana con el resto de las ratios en negativo. El mensual, con pérdidas del 1,6%, el trimestral, con caídas del 2,5% y el anual con recortes para el indicador del 2,33%.
De momento la tecnología sigue mandando sobre los valores más tradicionales y esta semana escucharemos de nuevo a los dirigentes de la Reserva Federal pronunciarse sobre la situación que se vive en los mercados, tal y como hizo, a modo de tranquilizar las aguas el pasado viernes, James Bullard, indicando que el actual estrés bancario y sus turbulencias puede contenderse y al mismo tiempo controlar la inflación.
Desde los indicadores de Fuerza Premium que elabora Estrategias de Inversión vemos que Dow Jones se presenta débil desde neutral, con un medio plazo que se mantiene débil y un largo plazo neutral, mientras la operativa aconseja mantenimiento al margen ante el riesgo de un mayor deterioro técnico.