Uno de los mantras que ha rodeado a los mercados financieros en los últimos meses es que la subida de tipos de la FED iba a suponer una auténtica bocanada de aire fresco para el sector financiero estadounidense.
Recuperados de la crisis financiera de 2008, lo cierto es que el negocio bancario en Estados Unidos, como en otras zonas del mundo no es ni remotamente atractivo, sobre todo ahora que la bolsa tampoco va bien.
Con unos tipos de interés cerca de mínimos históricos y con el consumo, la inversión, ni el mercado inmobiliario que no terminan de despegar con fuerza, lo cierto es que a los equipos directivos de las entidades financieras les cuesta encontrar un nicho de negocio.
Durante los años de bonanza bursátil, la capacidad de hacer dinero con las comisiones de trading se convirtió en la tabla salvavidas de muchas de estas entidades, pero casi siete años de Bull Market lo ponen cada vez más difícil.
Desde que comenzó el ejercicio, las entidades que peor lo han pasado hasta el momento han sido Morgan Stanley y Citigroup, que se han dejado en el camino entre un 18 y un 17%, respectivamente.
Si a Citigroup se le ha castigado por sus resultados, a Morgan Stanley era un analista de Societe Generale quien se cebaba con el valor. La pasada semana empeoraba su recomendación hasta vender desde mantener porque, decía, la reducción del negocio de renta fija, materias primas y divisas durante el cuarto trimestre iba a reducir considerablemente los beneficios de su ala de inversión.
¿Son las caídas desde principios de este año son solo un episodio puntual? Lo cierto es que los analistas consideran que el sector tiene potencial. De hecho, entre los seis grandes bancos americanos ni uno solo tiene una recomendación media de vender o de mantener. La mayor parte de ellos son una opción para sobreponderar y Citi, según el consenso, sería una apuesta clara de compra.
No es de extrañar, si se tiene en cuenta que entre el precio actual y el precio objetivo que marca el consenso, el que mayor potencial representaría en este momento sería Citi, que debería revalorizarse un 48% para alcanzar el precio de 63,6 dólares por acción que le marca la media de los analistas que siguen el valor.
Citigroup es, también el banco cuyo valor/ precio en libros, es decir, la relación entre el precio al que está cotizando en estos momentos y el valor contable de todos sus activos está más descompensado. En estos momentos, sólo Wells Fargo cotiza por encima de una vez.
Con todo, el banco ha sido muy castigado en los mercados tras publicar unos resultados que batieron las estimaciones. Tanto, que el beneficio neto de la entidad, que superó los 17.000 millones de dólares fue el mayor desde 2006 gracias a la reestructuración que ha hecho la firma en todos estos años y a la caída de los costes legales, que este año ha sido muy inferior a la de otros ejercicios.
Sin embargo, los expertos han podido ver que gran parte de estos beneficios están dominados por los extraordinarios y que, además, la inversión crediticia se redujo un 4% en 2015 debido, sobre todo la reducción de su cartera en Norteamérica y a la venta de su filial OneMain Financial.
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