¿Qué le dicen sus instintos sobre el año 2016 en los mercados? ¿Es usted optimista, pesimista, está asustado?
La respuesta es “extremadamente cauteloso”. Estamos muy preocupados por el comportamiento de los mercados en un entorno de tipos bajos, o negativos. Creemos que hay varias razones técnicas que nos indican que tener tanta cantidad de dinero barato en el mercado podría no ser positivo.
Además de eso, aunque es otra parte del mismo mecanismo, la desaceleración en el mundo emergente y sus implicaciones en el precio de las materias primas, no son buenas noticias para la renta variable en general.
¿Qué es lo que esperan para los mercados europeos este año?
Creemos, en principio, que hemos tenido un mal inicio del ejercicio. Esperamos que el año terminará plano si podemos digerir las malas noticias de principios de ejercicio. La mala noticia sería un cambio de paradigma en términos de crecimiento que pudiera tener un impacto en los mercados europeos. Así que nuestra mejor perspectiva es que terminaremos planos.
¿Cree que en Europa tendremos que prepararnos para los efectos de una fuerte caída de la economía china (hard landing)?
La verdad es que nosotros no sabemos lo que es un hard landing porque no somos macroeconomistas. Lo que vemos es que la economía china ha sido el único agente que ha contribuido al crecimiento mundial en los últimos 10 años, o así, al menos desde mediados de la crisis financiera (2009). Esto ya no va a ser así. La capacidad de tirar de la economía de China va a desaparecer, lo que deja en solitario a Europa con sus propios mecanismos. Así que quizá las dinámicas que debería introducir el QE deberían comenzar a reflejar sus resultados, aunque parece que está tardando.
La peor parte de la caída de la demanda en China es que la demanda de productos de productos europeos será menor, pero no solo. Pero además, la demanda china de materias primas será inferior, con lo que se podrían crear potenciales crisis en otros mercados emergentes, Brasil, Oriente Medio… Así que la demanda de esos países ligada a Europa también caerá y ambas circunstancias son dos potenciales catalizadores negativos para las compañías europeas.
Pero, ¿deberíamos esperar un escenario menos negativo de China?
No somos macroeconomistas, como decía, pero nosotros esperamos que el crecimiento de China va a ser más lento, no esperamos un desploma, si una crisis, solo de menor crecimiento. Aunque solo esto es suficiente para contraer la demanda en otras compañías y otros países.
Estamos iniciando la temporada de resultados en Europa, ¿qué esperan para las empresas europeas?
Las primeras señales, de hecho, no son en absoluto malas. Las primeras compañías, como SAB están mostrando una buena progresión en nuevas tecnologías, tecnología lookout…En realidad no está mal. La parte europea y la estadounidense de esos negocios lo están haciendo muy bien. Veremos si en el cuarto trimestre las compañías que son más cíclicas sufren, algo que aún no sabemos, pero que conoceremos. Lo que yo sospecho es que habrá empeoramientos de las previsiones y quizá descubramos que algunas compañías que podrían representar el 40% de la capitalización de la bolsa podrían tener malos resultados.
¿Y cómo cree que van a reaccionar los mercados a estas cuentas?
Los mercados son realmente rápidos y ya han asumido desde agosto que el crecimiento que procede de China y otros mercados emergentes quizá sea menor. Así que ha habido un cambio a favor de las empresas de calidad; los sectores que están relacionados con el consumo y que nosotros llamamos “Inditex Trade” porque todo el mundo está comprando esta compañía de calidad. La parte contraria es que todo el mundo ha salido del sector petrolero, el sector de bienes de capital y todo aquello que está relacionado con la economía tradicional.
El otro gran problema de la economía en la actualidad además de China es el petróleo. ¿Cree que debemos esperar más caídas?
Nosotros hemos sido vendedores de petróleo desde 2012 y creíamos que a principios de este año habíamos encontrado el suelo alrededor de 40 dólares y cometimos un error porque estamos viendo que los precios cayeron por debajo de esa cifra y eso me intriga porque la demanda que debería haberse desencadenado a estos precios no está ahí.
La desaceleración en China podría significar una menor demanda relativa y eso se ha convertido en un problema porque la oferta continúa aumentado por razones políticas, por lo que a la OPEP se refiere. Estados Unidos sí la ha reducido y eso es claro, pero la OPEP y Rusia no la están reduciendo y creíamos que Rusia lo haría, aunque ha incrementado su producción en 2015. Así que si China no está para asumir ese exceso de oferta podríamos tener una clara reducción del precio por debajo de 40 y por debajo de 30.
¿Tienen un objetivo para este año?
No, creemos que es posible una media de 35 dólares el barril de media durante el año. Pero ya estamos por debajo de 30 dólares en estos momentos, con lo que esperamos que el precio suba durante el año.
Por último, no debemos olvidarnos del BCE. ¿Cree que debemos esperar una nueva ronda de QE este año?
Bueno, el BCE ya nos ha dado mucho ya que el QE europeo es muy amplio. El BCE nos parece que ha hecho un trabajo fantástico –aunque no somos expertos en macro-. Lo único que ocurre es que el proceso de transmisión del dinero desde los bancos a la economía real tarda muchísimo y esto es un hecho inquietante. Dar más quizá no sea necesario y sea solo cuestión de tiempo, y no de bajar más lo tipos -aunque no se podría, en cualquier caso- o comprar más activos para rebajar los tipos. Pero no, se trata solo de una cuestión de ser pacientes. El problema es que la demanda que viene de fuera de Europa no es fuerte y tendremos que soñar con encontrar el espíritu emprendedor en Europa que haga que la economía siga expandiéndose.