Wall Street ha alcanzado cotas estratosféricas como todos sabemos. Lleva casi 7 años de mercado alcista y la Reserva Federal está muy cerca de tocar los tipos de interés en Estados Unidos, lo que dificultaría el acceso a la financiación para muchas compañías y eso tendría reflejo en el mercado, posiblemente a la baja, aunque no en el corto plazo.
El aviso de una corrección y en análisis de que se puede producir tarde o temprano, provoca que muchos analistas empiecen a avisar de que hay que reducir exposición en la bolsa neoyorkina tan pronto como sea posible. El miedo a recibir pérdidas sin comerlo ni beberlo está ahí y por eso hay que tener cautela. Al menos eso dicen los que vislumbran los números rojos desde hace tiempo.
Sin embargo hay expertos que venla situación general con otro cristal. Y ese es el caso de Mark Hulbert, que en un último artículo en el medio norteamericano ha explicado que no solo aún puede aprovecharse el tirón al otro lado del charco, sino que queda cuerda para rato. Para la próxima década, en concreto.
Desde su punto de vista, afirma que aunque es cierto que “los márgenes de beneficio de las compañías son cada vez más bajos”, pero que incluso manteniéndose en esos niveles durante el tiempo “el mercado de valores está siendo destinado a producir rendimientos bajos de un solo dígito”, por lo que no hay que tener temor.
Hulbert dice que eso es porque “sin ampliar los márgenes de ganancias, las ganancias futuras no pueden ir más rápido del crecimiento de ventas, que está ligado a una economía que no es capaz, incluso en el sexto año de la recuperación, para producir un crecimiento real superior al 2% anual”.
“Incluso con los dividendos, se hace difícil ver cómo el mercado de valores puede producir una tasa de crecimiento ajustado por inflación de hasta un 4% anual durante la próxima década”, asegura.
Para hacer los cálculos, se centra en las estimaciones del crecimiento del PIB para la próxima década, que sería de un 2,4% por encima de la inflación. Pero aun suponiendo que ese 2,4% sea poco, es poco probable que el crecimiento de las ventas corporativas incluso sea más fuertes.
“Si asumimos que el capitalismo empresarial se traduce en una tasa de crecimiento de las ventas corporativa de 0,9 puntos porcentuales menor que el crecimiento del PIB, que nos queda a 10 años la tasa de crecimiento de las ventas corporativas estimado es del 1,5% anualizado (…) Añadir una rentabilidad por dividendo del 2%, y se obtiene un crecimiento proyectado de 10 años para el mercado de valores en general es de un 3,5% anualizado”, analiza Hulbert.
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