ODDO BHF Asset Management sigue cosechando éxitos con su apuesta en materia de inversión sostenible. De este modo, los fondos ODDO BHF Green Planet, enfocado a la renta variable temática global, y el ODDO BHF Sustainable Credit Opportunities, un fondo de renta fija flexible, han sido galardonados con los sellos ISR y FNG.
ODDO BHF AM lanza ODDO BHF Future of Finance, un fondo de renta variable temática global que invierte tanto en bancos innovadores como en nuevos operadores que ponen a prueba el sector bancario tradicional. El fondo trata de beneficiarse de la transformación del sector financiero global, que según nuestro análisis constituye un sólido apoyo a una temática de crecimiento estructural.
Salvo la renta variable estadounidense, ¡nada quedó a salvo! Se ha constatado una paradoja real: la rentabilidad de las clases de activos son decepcionantes, a pesar de que el crecimiento mundial roza el 4%, impulsado por la economía estadounidense. El aumento de los riesgos explica este mal comportamiento y empaña las perspectivas futuras.
Previsiones de los mercados según Nicolas Chaput Laurent Denize CEO & Co-CIO, ODDO BHF AM, división de gestión de activos del Grupo ODDO BHF.
Tres interrogantes han avivado el nerviosismo de los inversores en el primer trimestre de 2018. El primero de ellos es el ciclo de producción. ¿Se trata de una ralentización o simple estancamiento? A pesar de la desaceleración del primer trimestre, el crecimiento esperado del sector industrial para 2018 no fue revisado a la baja. La suposición de que el crecimiento global se ha sincronizado en un nivel muy alto parece ahora muy probable.
Algunos estarán tentados de decir que invertir en 2017 fue fácil. Para los gestores de carteras, ha sido un gran año tanto en renta variable como en renta fija, con retornos de casi el 20% y el 4% respectivamente, impulsados por una aceleración global del crecimiento y una inflación más débil de lo esperado. La baja volatilidad animó a tomar riesgos y a un comportamiento más agresivo por parte de los inversores, muy lejos del sombrío estado de ánimo de 2008. ¿Realmente ha sido tan fácil? Echemos un vistazo a lo más destacado del año.
El inicio de 2017 ha sido caótico para los mercados si lo comparamos con la recta final de 2016, y parte de la confusión procede del terreno político. Seamos sinceros: el “veto musulmán” puede ser más o menos lo que se esperaba de Donald Trump pero los reveses con los que se ha encontrado François Fillon en Francia no estaban en la agenda. La incertidumbre sobre las elecciones francesas ha alcanzado nuevos máximos tanto en la izquierda, donde sería posible ver una alianza entre los socialistas y la izquierda radical, como en la derecha, con la búsqueda de su nuevo líder.
El comienzo de 2017 ha traído a los mercados unas valoraciones bastante elevadas para la renta variable mundial, aunque no excesivas. Los activos de la zona euro, Estados Unidos y los mercados emergentes se encuentran cerca de sus niveles medios históricos y todavía podemos encontrar oportunidades dispersas de las que sacar provecho.
El final del año se acerca y todavía quedan muchas incógnitas por resolver, la primera de ellas, qué decisión tomará la Reserva Federal respecto a los tipos de interés en un entorno en el que los ciclos de la política monetaria parecen estar cada vez menos en favor de Estados Unidos. Se da por hecho que la Fed elevará pronto los tipos de interés, pero quién sabe qué ritmo de subidas seguirá en 2017.
Los bancos centrales han vuelto a atraer la atención de los inversores. Especialmente el BCE, y en menor medida el Banco de Japón y la Reserva Federal. Las expectativas eran altas en los tres casos, pero tanto Draghi como Kuroda decepcionaron al mercado, mientras Yellen tuvo que sobreponerse a las divisiones internas y mirar más allá del horizonte mensual, asumiendo el riesgo de cometer errores en sus previsiones y dañar su credibilidad.