El petróleo no vive buenos momentos en los mercados internacionales, situándose en mínimos de los últimos cuatro años. Las incertidumbres sobre el alcance real de la guerra de aranceles iniciada por Trump, el aumento de producción previsto de la OPEP+ para abril y el aumento de inventarios en EEUU ha creado un caldo de cultivo que ha hundido al oro negro a mínimos de los últimos cuatro años.
Por un lado, OPEP+, formada por los países de Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) más otros diez grandes productores, entre ellos Rusia, han confirmado esta semana su plan de aumentar gradualmente su producción a partir de abril hasta sumar 2,2 millones de barriles diarios en un plazo de 18 meses. El grupo aseguró que los “saludables fundamentos del mercado y las perspectivas positivas” le hacen reafirmar su decisión del pasado 5 de diciembre.
Y a ello se suman las incertidumbres por la guerra comercial iniciada por Trump con los anuncios de aranceles a Canadá, México y China. No obstante, EEUU podría eliminar el arancel del 10% sobre las importaciones canadienses de energía, como el petróleo crudo y la gasolina, que cumplen con los acuerdos comerciales existentes, según una información adelantada por la agencia Reuters.
“Las medidas comerciales de Trump amenazan con reducir la demanda mundial de energía y perturbar los flujos comerciales en el mercado mundial del petróleo. Esto se vio exacerbado por un aumento en el inventario de EEUU”, explica Daniel Hynes, estratega de materias primas de ANZ.
Los últimos datos semanales de inventarios de EEUU también fueron bajistas. Esta semana, la Administración de Información Energética de EEUU (EIA) informó que los inventarios de petróleo crudo en la mayor economía del mundo aumentaron en 3,61 millones de barriles durante la última semana. Se trata de un marcado aumento con respecto a la caída de 1,5 millones de barriles que informó el Instituto Americano del Petróleo (API) el día anterior. Además, las existencias de petróleo crudo en Cushing aumentaron en 1,12 millones de barriles.
Esto deja las existencias en el centro de entrega del West Texas en el nivel más alto desde noviembre. Las menores tasas de refinación contribuyeron a la acumulación, con tasas de utilización que cayeron 0,6 pp y los insumos de crudo disminuyendo en 346.000 b/d semana tras semana. Entre los productos refinados, los inventarios de gasolina y destilados cayeron en 1,43 millones de barriles y 1,32 millones de barriles, respectivamente.
Un revés para los planes de Trump
Los precios del petróleo Brent han llegado a caer por debajo de los 70 dólares esta semana, en mínimos que no se veían desde mediados de 2021, cuando la actividad económica mundial se veía restringida todavía por la pandemia de Covid-19. Más barato, por debajo de los 67 dólares por barril, se ha llegado a situar el West Texas Intermediate estadounidense.
“La reciente debilidad de los precios dificulta a los productores estadounidenses ‘perforar, perforar, perforar’”, señalan los analistas de ING Research Warren Patterson y Ewa Manthey. Si bien el WTI inmediato se cotiza por debajo de los 67 dólares por barril, “los valores a plazo son aún más débiles”, destacan. El precio del calendario 2026 se cotiza alrededor de los 63 dólares por barril, “lo que reduce los incentivos para que los productores aumenten la actividad de perforación”.
Cabe recordar que el presidente de EEUU, Donald Trump, prometió en su discurso inaugural en el Capitolio el pasado mes de enero que “declararé una emergencia energética nacional y vamos a perforar, perforar, perforar”. Trump aseguró que EEUU volverá a ser una “nación manufacturera” y producirá “la mayor cantidad de petróleo y gas de cualquier país del mundo”.
En todo caso, “es probable que veamos un mayor retroceso en la actividad”, señalan los analistas de ING. “Los productores necesitan, en promedio, un nivel de precio de 64 dólares por barril para perforar un nuevo pozo de manera rentable, según la Encuesta de Energía de la Reserva Federal de Dallas”.