El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) celebra este jueves su segunda reunión de policía monetaria del año y no se espera que haya cambios en la política monetaria: la tasa de referencia para las operaciones principales de financiación se quedará en el 4,50%, la facilidad de depósito en el 4% y la de la facilidad marginal de préstamo, en el 4,75%.
BCE “no tiene prisa por actuar sobre los tipos de interés oficiales”, avisa Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de Carmignac. “La probabilidad de un recorte de tipos se acerca al 0% y las posibilidades de subida, aún más escasas. El modo ‘esperar y ver’ parece estar en pleno apogeo para la reunión de esta semana”.
“Lo mismo cabe decir de abril”, explica Thozet, que añade que, “dado que los datos aún no indican un camino claro a seguir, salvo ‘accidentes’ importantes, no esperamos que el BCE baje sus tipos de interés oficiales antes de junio”.
“Nuestra expectativa es que cualquier bajada del tipo de intervención antes de junio sería una auténtica sorpresa”, abunda Cristina Gavín, jefa de Renta Fija y gestora de fondos de Ibercaja Gestión. “El número de bajadas que nosotros descontamos para este 2024 se situaría en 3 movimientos, hasta alcanzar un tipo de intervención del 3,75% y una facilidad de depósito del 3,25%”.
Martin Wolburg, economista senior de Generali AM, apuesta por un primer recorte de tipos (25 puntos básicos) solo en junio y 75 puntos básicos después, en 2024. “Hay un riesgo importante en la pantalla de radar del Consejo de Gobierno que impide al BCE tomar medidas rotundas”, explica en referencia al crecimiento salarial. “Se disparó significativamente en respuesta al repunte de la inflación y se mantiene en niveles elevados por encima del 4% interanual”.
“Los funcionarios del BCE siguen insistiendo en su importancia para la tendencia subyacente de la inflación y la presidenta Lagarde se refirió a importantes acuerdos salariales que tendrán lugar en el segundo trimestre del año”, añade Wolburg.
¿Dónde buscar pistas sobre los recortes de tipos?
Aunque no haya recortes de tipos, serán varias las claves a seguir en esta reunión de marzo, que pueden servir además para arrojar algo de luz sobre cuándo llegará la flexibilización monetaria.
En primer lugar, el staff del BCE publicará su nuevo cuadro macroeconómico. En diciembre, la institución esperaba que el crecimiento del PIB fuera del 0,8% este año y del 1,5% el próximo, con una inflación del 2,7% este año y del 2,1% el próximo
“Estas cifras generales enmascaran lo que consideramos una perspectiva de crecimiento bastante optimista, con un 0,2% intertrimestral en el primer trimestre y la economía de la eurozona volviendo a un crecimiento potencial del 0,4% intertrimestral en el tercero”, cree Carsten Brzeski, jefe global de Macroeconomía de ING. En cuanto a la inflación, “el elemento más importante fue la predicción de que volvería al 2,0% en el tercer trimestre de 2025”. “Cualquier revisión a la baja del perfil de crecimiento y cualquier señal de que la inflación podría alcanzar el 2% antes del tercer trimestre del próximo año abriría la puerta a recortes de tipos más pronto”.
“Lo más probable es que veamos una sustancial revisión a la baja en la inflación general debido a la caída en los precios de gas y energía, y esto se vería reflejado en las previsiones de precios para 2025 y 2026”, cree, por su parte, Gavín, de Ibercaja.
También apunta en la misma línea Wolburg, de Generali, que augura que “la actualización de las previsiones de crecimiento e inflación (a la baja) en la próxima reunión del 7 de marzo aumentará la confianza del BCE en que la inflación converja hacia la estabilidad de precios hacia el final del horizonte de proyección en 2026”.
Otro punto a vigilar será la comunicación del BCE, que “ha cambiado gradualmente de ‘ni siquiera deletreamos recortes de tipos’ a 'era demasiado pronto para discutir recortes de tipos’ en enero”, recuerda Brzeski. “Si el Banco dijera que los miembros ‘mantuvieron una primera discusión sobre las condiciones previas para los recortes de tasas’ o ‘decidimos comenzar esta discusión en la próxima reunión’, esto marcaría un nuevo giro” en la política monetaria.
“Otra forma de señalar los próximos cambios en la postura política sería que el BCE ajustara su evaluación de riesgos tanto a las previsiones de inflación como de crecimiento. Una evaluación ‘equilibrada’ del riesgo para las perspectivas de inflación sería una fuerte señal a favor de los recortes de tipos”, explica el experto de ING.
Por último, “lo que podría ayudar sería una mayor aclaración de la función de reacción del banco central, por ejemplo, qué datos quiere ver el BCE antes de decidir sobre recortes de tipos”.