Sin pausa, pero pensando en pausar. Esa es la conclusión que podríamos sacar de la rueda de prensa que la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ofrecía el pasado jueves, 14 de septiembre, justo después de comunicarse un nuevo incremento oficial de los tasas de interés en Europa en 25 puntos básicos. Con ello, el BCE llevaba el tipo de interés oficial a un máximo histórico del 4,5%. Eso sí, ante el estancamiento de la economía de la zona euro, Lagarde dejaba "caer" que esta subida, la décima en 14 meses de lucha contra la inflación, podría ser la última. En concreto, la presidenta del BCE afirmaba que los tipos de interés "han alcanzado niveles que, de mantenerse por un tiempo lo suficientemente prolongado", contribuirán de forma "sustancial" a devolver la inflación al entorno del 2%, si bien no aclaraba qué se entiende por 'tiempo suficientemente prolongado'.
La reacción del mercado de renta variable no se dejaba esperar: subidas en los principales índices bursátiles europeos, tanto el jueves como el viernes. ¿El motivo? Para algunos analistas está en la "tranquilidad" que da a los inversores tener claro el escenario de tipos al que se enfrentan a medio plazo. El comunicado del BCE apunta que la del jueves pasado "puede ser la tasa terminal de este ciclo para los tipos oficiales, ya que creen que, manteniendo los mismos a estos niveles restrictivos serán capaces de lograr llevar la inflación al mencionado objetivo del 2%. Los inversores, por tanto, ya tienen claro el escenario de tipos al que se van a enfrentar, al menos durante lo que resta de ejercicio y, probablemente, durante la primera mitad del año 2024. Esta certeza es lo que celebraron con alzas los mercados", explica Juan J. Fdez-Figares, de Link Securities.
De cara a los activos, en opinión de Bankinter, los comentarios del pasado jueves por parte del BCE "son buenas noticias para bolsas y bonos y depreciatoria para el euro, ya que vienen a confirmar el fin del proceso de subidas de tipos por parte del BCE. Al menos en los próximos meses, todo hace apuntar a la estabilidad de tipos de interés, lo que centrará la atención del mercado en el crecimiento económico y de BPAs".
Renta fija
Una opinión, la de los analistas de Bankinter, que comparte la analista de Ei, María Mira. "Un posible escenario de tipos altos pero sin más subidas es positivo tanto para el mercado de renta variable como para el mercado de renta fija". En el caso de está última, es bueno "que tengamos tipos altos pero que no se suban más porque la rentabilidad de precios de la renta fija es inversa a tipos de interés, por tanto si suben tipos bajan los precios. Por ello, con las tasas actuales durante tiempo, los inversores van a poder encontrar inversiones en renta fija con buenas yields".
Desde TwentyFour AM (Boutique de Vontobel, su gestor Felipe Villarroel, señala que "los bonos del tesoro se beneficiarán de un periodo más tranquilo a medida que disminuya la incertidumbre en torno a las medidas de los bancos centrales, aunque es probable que el margen para un gran repunte se vea limitado por el hecho de que las curvas están invertidas, pero aun así creemos que es un buen telón de fondo para los productos de renta fija".
"Los diferenciales también deberían estar bien respaldados, pero dada la disparidad que observamos en los distintos mercados de crédito, tendemos a creer que los que parecen baratos se pondrán al día, mientras que el resto simplemente permanecerá bien respaldado. En el primer bando, incluiríamos sin duda los títulos financieros, en particular los AT1, pero también los T2 y los senior, además de los CLO europeos; los diferenciales de estos últimos siguen siendo muy amplios en comparación con la historia. Sin embargo, los bonos de alto rendimiento (high yield) probablemente pertenezcan al segundo grupo, con unos diferenciales que no nos parecen especialmente baratos ni caros. Creemos que esta parte del mercado debería comportarse bien, entre otras cosas porque el carry es el más alto que hemos tenido en años, pero la compresión de los diferenciales podría no ser el principal motor de los rendimientos a a partir de ahora", cuentan desde TwentyFour AM.
Por su pare, para Araceli de Frutos, de Araceli de Frutos EAFI, "la renta fija cobra mayor protagonismo este año que la renta variable, ya que, a diferencia de anteriores, es menos volátil. Además, por las rentabilidades que están ofreciendo, ya sea la deuda pública o privada en algunos sectores con compañías de calidad, merece la pena ir mirándola". Además, "tenemos que tener en cuenta que las opciones que hay en el mercado de renta fija son muchísimo mayores que en renta variable (en bolsa tienes un valor mientras que de ese mismo valor tienes muchas emisiones en el mercado de renta fija)", añade.
En concreto, en deuda corporativa, de Frutos apuesta por "aquellos sectores en los que puede haber más volatilidad (por ejemplo el sector de autos), pero en compañías de calidad y que emiten deuda con cupones atractivos y a tires atractivas. No iríamos a empresas que tengan un bajo rating, sino que iríamos a empresas solventes como Renault o Stellantis". El ejemplo en crédito bancario, "está en Intesa Sanpaolo o Societe Generale, que están emitiendo a tires atractivas en un corto-medio plazo en torno al 2-3 años por encima de deuda".
Renta variable
Pero, en la renta variable, el sector bancario no es uno de los que Araceli de Frutos sobreponderaría en las carteras, "ya que el catalizador de subidas de tipos parece que ya está puesto en precio en el mercado y, además, otro factor que puede afectarle es el crecimiento, esa morosidad, ese default de las distintas empresas". Además, "es mucho menor la volatilidad de la banca en renta fija que en variable, donde se puede ver afectada por posibles riesgos de regulador, impuestos sobre la banca o algún tipo de intervención por parte de los gobiernos".
En cualquier caso, la fundadora de Araceli de Frutos EAFI no cree que hay un sector ganador en concreto este año. "Lo que vemos es, por ejemplo, que índices como el de Nasdaq o el S&P500 vuelven a ser los ganadores, con los siete magníficos que ponderan en ellos. Pero, más allá de esa buena evolución de las grandes tecnológicas, la rotación sectorial es muy cortoplacista. Sí que es verdad que tenemos que ver la inversión a medio y largo plazo en empresas de calidad que se adecuen a este entorno. Por ello, seguiríamos estando ponderados en el sector lujo, ya que prevemos que la economía china sí que acelere su crecimiento para esta última parte del año y es un sector con poder fijación de precios. También el sector energía aún tiene potencial de crecimiento, y dentro de él nos fijaríamos en Repsol o Shell en Europa. Y otra opción para tener en la cartera es la tecnología, ponderando aquellas empresas más implantadas en el sector y con ventajas competitivas, como por ejemplo en Europa STMicroelectrectronics, SAP o ASML. Además, luego tendríamos unos sectores equilibrados -tanto defensivos como cíclicos- para compensar esa rotación sectorial como serían compañías eléctricas, de alimentación y bebidas que se han quedado un poco atrás, farmacéuticas, que parece que pueden tener buenos resultados de cara a la última parte del año".
Algo distinto a lo que opina la analista María Mira que cree que, "por sectores, tipos altos durante más tiempo favorecen a bancos y aseguradoras, y hará más difícil la financiación a todas aquellas empresas que tienen deuda más elevada y que necesitan grandes inversiones y mayor endeudamiento". Por otra parte, si no se suben más los tipos como parece que pasará, de momento, "todas aquellas compañías que paguen dividendo por encima del 4,5% también van a salir favorecidas porque la rentabilidad por dividendo será superior que la rentabilidad libre de riesgo, que la marca un poco los tipos de interés a largo", añade la analista fundamental de Ei.
EEUU vs Europa
Pero Araceli de Frutos no tiene tan claro que esta sea la última subida de tasas. "La inflación va a seguir persistente en el 5%, y puede que nos queden alguna otra subida de tipos por parte del BCE, lo cual dañaría al crecimiento y a los beneficios empresariales y, por ello, la renta variable europea no sería una área geográfica en la que estaríamos sobreponderandos". Eso sí, "esto no significa que no haya que estar en Europa, donde podemos encontrar empresas de calidad en las que invertir".
También ve mejor opción EEUU que Europa la analista de Ei. Pero en su caso, sobre todo, en el mercado de divisas. "Tenemos los diferenciales de tipos en el 5,5% en EEUU y el 4,5% en Europa, y las previsiones son que se van a mantener así durante tiempo, por lo tanto lo que va hacer el mercado ahora es mirar un poco más la fortaleza de la economías, y esto es positivo para el dólar, ya que EEUU tiene tipos de interés más altos, una economía más fuerte que la europea y un mercado laboral robusto, de ahí que el dólar tenga todo a su favor frente al euro a un año vista", concluye Mira.