Hace solo unas semanas, Indexa Capital publicaba un informe en el que arrojaban un dato más que esclarecedor. Con los datos del mercado español entre 2005 y 2015 la gestión indexada, la pasiva, ofrecía una rentabilidad de entre dos y cinco veces superior a la gestión activa.
Dicho informe apuntaba que el 88,3% de los fondos de inversión españoles no batía a su índice de referencia a diez años. Esto significa que el 11,7% de los fondos sí batieron a su índice de referencia en esta década.
No es el único informe a nivel global. Uno de los últimos que ha hecho público S&P Dow Jones en Estados Unidos muestra que invertir en un fondo referenciado a un índice o en un ETF fue el año pasado, de nuevo, más ventajoso para los inversores que hacerlo a través de un vehículo de gestión activa; al menos en Estados Unidos. En concreto, el estudio señala que el 66% de los gestores que hacen stock picking entre blue chips, es decir, las compañías de mayor capitalización no han batido a sus índices de referencia.
El propio Warren Buffett lo tiene claro; él mismo, el mejor gestor value de la historia, alguien que se ha dedicado en su vida a elegir compañías por su valoración ha aconsejado a su familia que la mayor parte de la herencia que él les legue tras su muerte se invierta en un fondo de la gama Vanguard ligado al S&P 500.
En este entorno, Indexa Capital se preguntan “si es posible acertar en la selección de los gestores o de los fondos para ser capaz de elegir los mejores, los pocos que consiguen batir a su índice a 10 años. Para hacer esta selección, lo habitual es basarse en la rentabilidad histórica de los gestores (track record). Los inversores infieren que los mejores gestores en los últimos años probablemente serán los mejores también en los próximos años”. Para contestar a la pregunta, en la firma acaban de publicar un estudio titulado “Falta de persistencia en la rentabilidad de los fondos de inversión españoles (2006-2015)”.
Indexa se ha basado en los datos de Inverco y Morningstar y se han estudiado los 4.675 fondos de inversión españoles que se han comercializado entre 2006 y 2015. De estos fondos se han seleccionado los 911 fondos que han estado activos todo el periodo analizado. Para estos fondos se ha analizado si aquellos que obtuvieron una mejor rentabilidad en los cinco primeros años de este periodo (2006-2010), también la obtuvieron en los cinco siguientes (2011-2015).
La respuesta de este estudio es clara; la relación es negativa, es decir, “a mayor rentabilidad en los cinco primeros años, peor rentabilidad en los cinco siguientes. La muestra estadística es significativa con un intervalo de confianza del 95%, por lo que se puede concluir que en los fondos españoles la persistencia de la rentabilidad es negativa”, indican.
En la firma apuntan que si en 2011 hubiéramos seleccionado un fondo en función de los resultados de los cinco años anteriores “habríamos obtenido peor resultado que haciéndolo de forma aleatoria. De media, los mejores fondos de 2006 y 2010 han obtenido peores resultados entre 2011 y 2015”.
Es más, “de los 911 fondos españoles que han existido durante todo el periodo entre 2006 y 2015, menos de 2% (16 fondos, ver tabla abajo) han conseguido batir a su índice en los primeros cinco años y en los siguientes cinco años”.
Unai Ansejo, fundador y CEO de Indexa Capital, y coautor de la nota de investigación explica que “a la luz de la rentabilidad de los fondos de inversión españoles de 2006 a 2015: la estrategia de elegir los gestores ganadores en el pasado con el objetivo de obtener una mayor rentabilidad en el futuro parece menos adecuada que la de elegir directamente fondos de gestión indexada que te aseguran una rentabilidad muy cercana al índice, y muy superior a la media de los fondos de gestión activa.”
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