Las acciones de Credit Suisse llegaron a superar los 80 francos suizos en 2007, antes del estallido de la crisis financiera causada por la quiebra de Lehman Brothers. Aunque el banco fue uno de los que mejor soportaron todas las turbulencias, sin necesidad de recurrir al apoyo público, en 2013 los títulos se cotizaban ya a niveles mucho más modestos, de 25 francos suizos.
Desde entonces, el gráfico muestra una caída casi continua, que se ha ido acelerando en los últimos dos años. En marzo de 2021 las acciones se situaban en los 11,50 francos suizos, frente a los 0,86 francos suizos a los que cotizan este miércoles y los 0,76 francos a los que valora el acuerdo de UBS. Es decir, una caída de un 92,5% en este período. Pero el banco había iniciado el año ya por debajo de los 3 francos suizos a pesar de un entorno que en ese momento parecía presentarse favorable para el sector.
Lo cierto es que el banco suizo ha estado en el ojo del huracán durante bastante tiempo, lo que le obligó en octubre del año pasado a presentar un ambicioso plan de restructuración, finalmente insuficiente, que incluyó una ampliación de capital de 4.000 millones de francos, el despido de 9.000 trabajadores y un recorte del 15% de sus gastos.
La ampliación de capital supuso que el Banco Nacional Saudí se convirtiera en el principal accionista de la firma, al invertir 1.500 millones de francos en participaciones de la entidad. Fue la negativa de esta firma a ampliar su inversión lo que desencadenó hace unos días el desplome definitivo de la acción.
Credit Suisse ha encadenado además dos años de pérdidas millonarias: en 2021 fueron de 1.572 millones de francos suizos, y en 2022 casi se quintuplicaron, hasta los 7.293 millones de francos. La entidad sufrió además el pasado año la retirada de liquidez por valor de 123.200 millones de francos suizos.
Y por si fuera poco, se ha visto envuelto en varios escándalos. En uno de ellos, en enero del pasado año, el entonces presidente Antonio Horta-Osorio se vio obligado a dimitir por descubrirse que había viajado y asistido a un evento deportivo cuando se encontraba supuestamente en cuarentena durante la pandemia.
¿Qué pasa con los bonos AT1?
Con todo, y a diferencia de lo que suele ocurrir, los accionistas de Credit Suisse no han sido los más penalizados por el rescate. Ese dudoso honor le ha correspondido a los tenedores de los bonos AT1, conocidos más popularmente como CoCos.
La autoridad suiza de supervisión de los mercados financieros (FINMA) ha dado este jueves más información para explicar la reducción total del valor de los bonos AT1, dando instrucciones a Credit Suisse para que amortice con un valor cero los instrumentos AT1 e informe sin demora a los obligacionistas afectados.
“Los instrumentos AT1 emitidos por Credit Suisse prevén contractualmente su amortización total en un 'evento relacionado con la viabilidad', en particular si se concede una ayuda pública extraordinaria”, ha señalado el supervisor. “Como Credit Suisse recibió préstamos extraordinarios de ayuda a la liquidez asegurados por una garantía federal de impago el 19 de marzo de 2023, estas condiciones contractuales se cumplieron para los instrumentos AT1 emitidos por el banco”.
Los bonos de nivel 2 no se amortizarán con un valor cero, dijo la FINMA.