Bill Gross ha vuelto a salir a escena para hablar, en esta ocasión, de lo que en estos últimos días está trayendo de cabeza a los mercados: la devaluación del yuan, en unas declaraciones que recoge Money News. Desde su punto de vista, asegura que la debilidad de la moneda china provocará una inflación más lenta en todo el mundo.


En este sentido, los inversores apuestan cada vez con más énfasis a que la Reserva Federal no subirá los tipos de interés en su próxima reunión de septiembre ante el clima internacional que se ha generado en los últimos días, y a medida que China se esfuerza por estimular el crecimiento de su economía.
El movimiento de devaluar su moneda también está impulsando la demanda de activos nominados en dólares.

"La economía debilidad de la economía china parece requerir una devaluación competitiva frente a otros productores asiáticos que apunta a un débil crecimiento mundial, los precios de las materias primas más bajas y otra vez, una menor inflación en todo el mundo", explica Gross. "El efecto deflacionista mantendrá los bones de 10 y 30 años como buena apuesta para los próximos días”, asegura.

Gross, gestor de Janus Capital Group, argumenta que los Treasuries americanos repuntan como un activo refugio, ante las medidas tomadas por el Banco Popular de China. La rentabilidad del bono a 10 años de Estados Unidos cayó a su mínimo desde el 30 de abril del 2,04%, mientras que el rendimiento del bono a 30 años tocó el 2,72%.

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