La mayor gestora de activos europea estima un comienzo de año muy condicionado por los mismos factores macroeconómicos de 2022 que pasan por la desaceleración económica, el freno de China, la crisis energética y el posible freno en la subida de tipos de la Reserva Federal de EEUU. Sin embargo, Amundi espera una evolución de estos desafíos a partir de la segunda mitad del año que haga que los mercados reboten con fuerza como suelen hacer tras los ejercicios de caídas.
Para la primera mitad del año, durante la etapa de capitulación, su convicción está en renta fija soberana y bonos de compañías en grado de inversión y en renta variable su estrategia pasa por compañías con alta rentabilidad por dividendo, acciones con baja volatilidad, ‘value’ y más peso a Wall Street que al resto del mundo. Durante la recuperación, Amundi es partidaria de tener mayor peso a la bolsa europea y los mercados emergentes, compañías ligadas al ciclo económico y al crecimiento, alta volatilidad, compañías de pequeña capitalización y aquellas que hayan caído en desgracia o tengan problemas operativos y cuyas valoraciones caigan por debajo del valor contable de sus activos, lo que se conoce como ‘deep value’.
El director de inversiones de Amundi en España y Portugal, Víctor de la Morena, sostuvo este lunes en una presentación a los medios de comunicación que es “muy difícil predecir cuándo se verá un cambio en el mercado y lo más complicado será determinar cómo evolucionan las variables y dónde se producen esos puntos de entrada”. De la Morena explicó que tras las caídas de este 2022 “históricas en renta fija” ahora los bonos presentan “valoración atractiva y potencial de rentabilidad alta (yield)”.
Sin recesión en EEUU
El escenario central de Amundi, al que le dan una posibilidad de que se cumpla del 70%, pasa porque se vea durante buena parte de 2023 inflación junto a estancamiento de la economía, lo que los expertos llaman estanflación. En el caso de la economía estadounidense niegan que vaya a entrar en recesión, mientras que la eurozona pasará por un período de decrecimiento rápido y leve como consecuencia de la subida de tipos y de la crisis energética. Dentro de la eurozona ven crecimiento positivo en España, plano en Francia y recesión en Alemania e Italia.
“Vemos valor en los países periféricos de la eurozona por la creación del instrumento para proteger a los bonos de estos países del BCE con el objetivo de evitar la fragmentación en el mercado de bonos”, comentó De la Morena.
“Es clave determinar en qué nivel los precios dejan de acelerarse más que cuando empiezan a caer. Esto ya se produjo en el tercer trimestre en EEUU y se está produciendo este trimestre en Europa. Es cuando los mercados empiezan a hacer pico en sus estimaciones de tipos. Es muy relevante ver cómo en EEUU ya se empiezan a descontar bajadas de tipos de interés a finales del año que viene, a pesar de las declaraciones que hizo el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, la semana pasada”, subrayó.
Amundi cree que los tipos de interés llegarán a su pico en el 5,25% en EEUU y al 3% en el caso de la eurozona. La gestora francesa estima un IPC en Estados Unidos en 2023 del 4,3% y del 7,5% para la eurozona. Para 2024, espera descensos hasta el 2,3% y el 3,2%, respectivamente.