En la amplia entrevista realizada a Jorge Sanz en nuestro plató de televisión de la Bolsa de Madrid, el presidente de ATL Capital desgrana la actualidad de su compañía, hace balance del pasado y habla sin medias tintas sobre el futuro.
Quien invierta en ATL Capital lo hará en una entidad donde colocan al cliente en primer lugar. Donde se mira la rentabilidad en clave financiero-fiscal para el suscriptor y no desde el margen que deja para la compañía. Parece obvio, pero no lo es tanto. De hecho, el mismo Jorge Sanz comenta cómo en una determinada época, tuvo que tomar decisiones que fueron a favor del cliente, pero en contra de la compañía en términos de ingresos.
ATL Capital tiene, de momento, unos 2.200 millones de euros, con más de 3.000 clientes. Cifra que quiere hacer crecer con fuerza, incluso duplicar, en el próximo trienio, posiblemente con alguna operación corporativa por medio. Para ello, está estudiando tanto compras como integraciones o apertura de oficinas en mercados como Andalucía, Galicia, Cataluña o el País Vasco.
Sanz es un convencido de que los mercados financieros y el ahorro personal redundan, a largo plazo, en un mejor país. Así, opina que en los años 80 y 90 se logró posicionar a España definitivamente como economía desarrollada, gracias al desarrollo de los mercados financieros y el impulso del ahorro y la inversión.
En este sentido, cree que es vital el reto de potenciar las pensiones, “de todo tipo y sin restricciones”, añadiendo que el castigo recibido por los planes privados recientemente en España “lo pagaremos tarde o temprano”.
ATL Capital nació aliada con Atlas Capital Close Brothers, así como con el banco suizo Julius Baër, pero hoy en día es una sociedad íntegramente española, con el capital repartido entre sus socios ejecutivos. La mayor parte de ellos, empleados antaño de Jorge Sanz, tanto en Morgan como en AB Asesores.
Seguramente, una frase define bastante bien el modo de operar de Jorge Sanz: “quienes echan demasiado la culpa a la política no tienen demasiadas ganas de trabajar”. Él empezó de botones en la Bolsa de Madrid en 1971.