Manuel López Torrents es periodista económico, titulado por la Universidad Complutense de Madrid. Ha ejercido su profesión en medios como El Boletín, El Economista, El Confidencial, Negocio & Estilo de Vida, Vozpópuli, La Política Online (Argentina-México) y Estrategias de Inversión.
Además, ha sido colaborador en Mi Cartera de Inversión, Onda Cero, Libertad Digital TV, Gestiona Radio, Invertia, Radio Cooperativa (Chile), America Economía (Chile), Cuarto Poder y 8 TV Mediterráneo. Fue promotor y fundador del Spain Investors Day y es autor de De la Bolsa a la Gloria (Ediciones Destino, 2013).
No se sabe si lo ha hecho por un ataque de ego, por expiar culpas, por aterrizar con un aval en IOSCO, como revancha o por qué, pero el presidente saliente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, ha encargado un (razonablemente) extenso informe a la OCDE para que certifique que los mercados españoles están en estado comatoso. Veremos si sirve para algo.
El Día de la Deuda no es solo una fecha simbólica, es un recordatorio de cómo las cuentas públicas en España dependen más de los 'papelitos' emitidos por el Tesoro que de los ingresos reales. En 2024, este día cae el 7 de diciembre. A partir de entonces, cada euro que gaste el estado hasta final de año será financiado con deuda, no con nuestros impuestos. Poco menos que un mes entero de un ejercicio al completo. Cada año se adelanta ese día.
Las sicav estuvieron en el punto de mira de la clase política muchísimo tiempo hasta acabar laminadas, merced a una medida vengativa de corte ideológico que no benefició absolutamente a nadie. Eran unos estupendos instrumentos de inversión, cuya desaparición ha contribuido en no poco a la actual sequedad de los mercados, es decir, a la pobreza. Ahora, hay otro vehículo similar que acaba de salvar un match ball, pero sigue siendo un objetivo político y mucho me temo que acabará corriendo la misma suerte.
A nuestros políticos, claramente, les molesta el ahorro particular. El patrimonio financiero personal. El dinero ahorrado, fruto del trabajo, que hemos intentado que crezca, colocándolo en instrumentos de inversión o invirtiéndolo directamente, con lo cual se financia la actividad económica. Es capital puro, totalmente provechoso para todos. Sin embargo, no sólo no está incentivado: está penalizado; herido. Cada día más, ¿por qué lo detestan nuestras élites?
El yolandismo y el belarrismo nos llevan cuesta abajo y sin frenos hacia el salario mínimo. A todos, y el que se crea a salvo se equivoca. Salarios en mínimos, recaudación fiscal en máximos. Son vasos comunicantes. Las genialidades fiscales es lo que tienen: Colonial y Merlin, otras que amenazan con irse. Legislación desde la ideología y el desconocimiento.
La imprenta de fabricar billetes se ha detenido. Pero los capitales (el dinero de verdad) comienzan a regresar al país. Hay divisas fuera de la economía por importe cercano a la mitad del PIB argentino. Pues ya ha vuelto un 6,6%, en una primera oleada. Esta es la odisea de Milei, por encima de todo, una auténtica epopeya monetaria. Sólo un Cisne Negro podría detener ya los efectos de este giro pro market.
El “mercado”, palabra terrible y amenazante, cuya “avidez”, según dijo Joan Manuel Serrat en su discurso por el premio Princesa de Asturias, es lo más grave que existe, culpable de generar ese mundo que detesta. Irene Montero también quiere que todo esté bajo el control del Estado “y no del mercado”. Mercado y capitalismo: ¡anatema, herejía, sacrilegio!
España es un país de pobres, cada día más. Su PIB es pequeño, y, sobre todo, las rentas de sus gentes, bajísimas. Y no, no es cuestión de redistribución, ni de imponer más impuestos por doquier. Es cuestión de creernos que este puede ser un gran proyecto y aplicarnos a la tarea de hacerlo crecer. Porque las cifras fiscales son para llorar.
Este iba a ser el año de las nuevas salidas a Bolsa. Así se pregonó, con más voluntarismo que otra cosa, a finales del ejercicio pasado y principios del presente, desde varios flancos. Era cierto que estaban dados los mandatos de colocación. Los bancos de inversión, junto a los despachos legales, estaban trabajando a tope en ellos. Se habían realizado las peticiones oportunas a CNMV, BME… Ahí estaban Astara, Europastry, Tendam (la antigua Cortefiel), Hotelbeds, Volotea… para aterrizar en el mercado. Un puñado de colocaciones en Bolsa que tenían que reactivar el negocio y lanzar un mensaje de economía efervescente. A falta de un trimestre para acabar el ejercicio, todas ellas se han cancelado y mira que han intentado salir, por activa y por pasiva. Un gatillazo total.
El pasado 7 de octubre se ha celebrado el Día de la Educación Financiera. Inicialmente, suena bien. Todo lo que sea conocimiento, adelante, aunque ya hay que torcer el gesto cuando se ve que el acontecimiento va promovido por el Plan de Educación Financiera, que lideran el Ministerio de Economía, y dos instituciones tan lamentables como el Banco de España y la CNMV.