¿Qué destacarían de los resultados obtenidos en 2021? Y en general, ¿qué balance hacen del año?
Hacemos un balance muy bueno. Hemos tenido un año en el que el portfolio se ha consolidado, las rentas brutas obtenidas hasta la renta neta, no son rentas que desaparezcan en el futuro si no que irán incrementándose gracias a los contratos que hemos ido firmando. A corto plazo perdiendo poca renta y a medio-largo plazo ir subiendo la renta sustancialmente durante los próximos años.
¿Cuál creen que ha sido el punto fuerte que ha ayudado a conseguir estas cifras?
Nuestro punto fuerte es tratar cada caso de forma muy específica y hacer una política de inversión muy sostenible y con muchas miras a futuro, es decir, nosotros somos una Socimi a largo plazo, siempre podemos renunciar a corto plazo hacia otros ingresos, pero que conlleve crecimiento de portfolio, de las rentas y del valor, que es lo que hemos visto este año.
En 2020, con la pandemia, decidimos paralizar ciertas obras que no generaban rentas y, en cambio, sí que aceleramos mucho ciertas obras sobre inmuebles o CAPEX sobre inmuebles que generaban rentas según terminaban estos CAPEX y ha sido el resultado que hemos visto este 2021, en el que esas obras que aceleramos durante el periodo de la pandemia, aprovechando que estaba toda la actividad cerrada, han sido el driver fundamental para que el fondo de operaciones o el cash flow del negocio haya crecido casi un 15%.
Salieron a bolsa en el tercer trimestre del año. ¿Cómo valoran su experiencia como cotizadas en el mercado de BME Growth?
Está siendo una experiencia muy positiva. En cuanto al valor de la cotización, hemos tenido un crecimiento desde los 15,40 euros por acción con los que salimos hasta los 17 euros por acción a cierre del ejercicio 2021. Si bien es cierto, el volumen negociado no se ha acercado al objetivo que teníamos previsto que se negoció, es un punto en el que estamos trabajando este año.
Ha sido muy importante porque se ha dado por cumplido el primer paso de nuestra estrategia definida por los accionistas hace algunos años, esa entrada a cotización y dar por cumplido ese compromiso de transparencia y de reporting tal y como estamos haciendo desde que empezamos a cotizar en este mercado.
Durante 2021, Silicius ha ido adquiriendo diversos inmuebles ampliando así su cartera de activos. ¿Cuál es el valor actual de esta cartera? ¿Cómo será su evolución en 2022?
Este 2021 hemos comprado dos hoteles nuevos, uno ubicado en Menorca, alquilado a Barceló y un hotel en Mallorca, alquilado a Iberostar.
Nuestra forma de invertir es atemporal, con lo cual, aprovechamos estos momentos donde el hotelero a corto a perdido mucho valor o renta para entrar en este tipo de mercados.
A cierre del ejercicio el valor bruto de la cartera son 723 millones de euros, de los cuales un 29% son hoteleros, un 25% son centros comerciales, un 19% retail, 17% oficinas, el residencial un 9% y logístico un 1%.
Para este 2022 la cartera debería ir incrementando el peso hotelero y también las otras áreas del inmobiliario donde el peso de la cartera tiene menos representación, por nuestra estrategia de diversificación.
¿Qué nuevos objetivos tiene Silicius para este ejercicio económico?
Es un año en el que hemos empezado con mucha ilusión y con mucha actividad comercial y queremos también que se siga consolidando el portfolio.
Tenemos un reto muy importante por delante en cuanto a gestión de activos, sobre todo en la apuesta que hemos hecho en Square Garden, nuestro complejo empresarial en Rivas Vaciamadrid, que lo presentamos al mercado hace un mes escaso y la acogida comercial que está teniendo está siendo muy buena, estamos a punto de firmar los primeros contratos de alquiler.
Como ejes estratégicos para este 2022 está el cumplir con esa transparencia de sociedad cotizada en los mejores estándares, aunque estemos cotizando en BME Growth nos hemos impuesto la forma de reporting y de presentación de resultados como si estuviéramos cotizando en el Mercado Continuo, que es donde nos gustaría terminar a medio plazo y vamos a seguir trabajando en ese crecimiento de la cartera tanto en aportaciones dinerarias como en aportaciones no dinerarias para conseguir llegar a ese volumen mínimo de los 1.000 o 1.200 millones de euros de valor en la cartera para conseguir dar el salto al Continuo.
¿Cómo creen que evolucionará el sector si tenemos en cuenta la situación actual de los mercados? Entorno de inflación, conflictos geopolíticos…
A corto plazo lo que está provocando son turbulencias por tener un cierto grado de incertidumbre sobre cómo y cuándo va a terminar esta situación que, a día de hoy, gracias a dios, en el mundo del inmueble todavía no se está notando. En cuanto a la actividad comercial, sigue evolucionando muy favorablemente en casi todos los sectores.
Si bien es cierto, que la parte de inflación vinculada con esa subida de tipos anunciada, que ahora debido al conflicto armado parece ser que va a ser retrasado un poco más, el mundo inmobiliario siempre va muy financiado en cualquier operación de compraventa y lo que sí que podemos ver es que los bancos, no por la mera operación inmobiliaria sea buena o mala, pero sí por la situación del propio banco para con este conflicto, puede estar retrasando estas decisiones de financiación en ciertos proyectos. A nosotros, como no solemos financiar los proyectos que compramos ya que compramos con recursos propios, nos puede venir bien en cuanto a que puede haber oportunidades de compra, pero a otros actores del mundo inmobiliario puede venirle peor porque necesitan de esa financiación para comprar.