Para la primera parte de 2022, no prevemos ningún cambio significativo respecto a la tendencia observada en el mercado a lo largo de 2021. Es probable que la volatilidad sea mayor dada la incertidumbre sobre las políticas monetarias de los bancos centrales y la evolución de la pandemia. En general, los diferenciales globales de la deuda high yield deberían seguir moviéndose en un rango comprendido entre los 350-400 puntos básicos. Se espera que las tasas de impago sigan siendo muy bajas en Europa (1-1,5%) y en Estados Unidos (1,5-2,5%). En cambio, en los países emergentes, las tasas de impago seguirán aumentando en el primer semestre de 2022 (sobre todo en Asia) antes de caer en el segundo semestre.
En cuanto a la deuda high yield estadounidense, estamos ligeramente negativos para el primer semestre del año. Las valoraciones son menos atractivas, especialmente para las calificaciones B y CCC. Además, los indicadores técnicos son menos favorables que en 2021, dado el endurecimiento de la política monetaria de la FED, que favorecerá al mercado de préstamos apalancados en detrimento del high yield. Además, el aumento del coste de las coberturas debería hacer que el crédito estadounidense sea menos atractivo para los inversores extranjeros. Por último, deberíamos asistir a una reanudación de las operaciones de fusiones y adquisiciones y de compras apalancadas en Estados Unidos, con el riesgo de que aumente la deuda de las empresas estadounidenses. Las cantidades disponibles para ser empleadas por los fondos de LBO se encuentran actualmente en niveles récord.
En cuanto a la deuda high yield europea, somos neutrales. El comienzo del año podría estar marcado por una mayor volatilidad debido a los vencimientos de la deuda adquirida por BCE y a la agenda política (elecciones en Italia y Francia). En general, los factores técnicos siguen siendo positivos en Europa. Las valoraciones son relativamente atractivas para las calificaciones BB y B, especialmente en los sectores cíclicos. La falta de alternativas rentables en Europa debería favorecer a los activos con una prima de riesgo elevada.
En cuanto a la deuda high yield china, somos positivos. De hecho, las valoraciones son muy atractivas en comparación con otros mercados de alto rendimiento. Las valoraciones actuales incorporan, en general, el riesgo de impago de los emisores endeudados de baja calidad. Además, se espera que el Gobierno chino anuncie nuevas medidas de flexibilización financiera para impulsar la economía y el sector inmobiliario. Hay que tener en cuenta que el objetivo de estas últimas no es eliminar a todos los participantes del mercado, sino más bien reducir el nivel de endeudamiento y racionalizar el comportamiento especulativo (como en el caso de Evergrande), teniendo en cuenta el tamaño del sector como proporción del PIB (40%), del ahorro de los hogares (80%) y de los ingresos fiscales provinciales.
Dierencial entre el índice chino de alto rendimiento y el índice global de alto rendimiento
Con respecto a otros mercados emergentes (LATAM y CEEMEA -Europa Central, Oriente Medio y África-), somos negativos para 2022. Las valoraciones no son atractivas en ambas regiones, en contraste con el mercado asiático. Hay muchos riesgos políticos, especialmente con las elecciones brasileñas. La situación económica se está deteriorando considerablemente en la región, con un aumento significativo de la inflación y una ralentización del crecimiento económico. Además, los mercados de crédito de LATAM son muy sensibles a las condiciones financieras de Estados Unidos. También cabe destacar la situación política y económica de Turquía y su importante impacto negativo en su sistema bancario y monetario (la lira turca perdió el 75% de su valor en 2021). Evitaremos estas dos regiones durante el primer semestre de 2022.