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A nivel corporativo, los niveles de deuda llevaban en niveles altos bastante tiempo, particularmente en Estados Unidos. Es un motivo de preocupación, pero se ve mitigado por tres factores principales: en primer lugar, el reducido coste de los préstamos; en segundo lugar, las empresas con grado de inversión tienen unos fundamentales generalmente sólidos; y, por último, el apalancamiento se concentra en las empresas que pueden permitírselo.

En los últimos años, una parte importante de la deuda ha ido a parar a la recompra de acciones y a la retribución a los accionistas, que en Estados Unidos ha pasado de 250.000 millones en 2010 a 850.000 millones en 2019. Para la gestora, poner fin a esto en los difíciles tiempos actuales permitirá a las empresas gestionar mejor los niveles de deuda actuales.

Aun así, el apalancamiento bruto de los nombres de referencia entre las empresas estadounidenses ha aumentado desde alrededor de dos a tres veces en los últimos nueve años, y en los últimos seis años el número de empresas con niveles de apalancamiento bruto se ha duplicado hasta alrededor del 25 por ciento.

En cuanto a las medidas tomadas por los bancos centrales, se puede decir que las autoridades monetarias actuaron rápidamente y gran escala para evitar el riesgo de un colapso del mercado. El efecto en los mercados regionales de crédito de grado de inversión ha sido dramático y de gran impacto. Los mercados están llegando a la conclusión de que los detalles son menos importantes que el hecho de que los bancos centrales estén respondiendo, pero el tamaño y el tipo de las medidas son variados.

Por ejemplo, la respuesta de los Estados Unidos ha sido mayor que la de Europa, pero la de la Unión Europea se ha desplegado con mayor rapidez. La ventaja de responder con prontitud es que da tiempo para hacer ajustes si es necesario.

También se vió un alto nivel de emisiones en el primer trimestre, encabezado por las compañías más fuertes, ya que las optaron por la emisión anticipada sabiendo que podría ser aún más difícil financiarse más adelante en el año. En cuanto a los sectores, los más afectados por el virus y la crisis del precio del petróleo fueron los que más sufrieron (por ejemplo, el automóvil y la energía).

Capital Group sigue encontrando oportunidades en los sectores de la alimentación y las bebidas, las comunicaciones, la defensa y la farmacia, pero también en empresas de mayor calidad. Están invirtiendo en las compañías más fuertes en sectores resistentes para mitigar el riesgo de pérdidas.

En general, desde la gestora creen que las perspectivas de los mercados crediticios son mucho más optimistas ahora que los bancos centrales han asegurado un funcionamiento ordenado, pero la mejor manera de navegar en estos tiempos inciertos a medida que el apalancamiento sigue aumentando es siempre utilizar el análisis fundamental  para seleccionar los bonos.