Hablamos de los 42 dólares por barril en el caso del West Texas, tomado como referente. Son niveles anteriores al anuncio de congelación de la producción que tuvo lugar en noviembre de 2016.
Aunque un petróleo bajo ayuda a que la inflación esté controlada, en un momento de fortaleza del empleo, si el petróleo cae también lo hace la inflación debido al gran peso que tiene en su composición. La semana pasada, la Reserva Federal bajaba sus pronósticos para el IPC y aumentaba las perspectivas de crecimiento. Si la crisis persiste e incluso prosiguen las caídas, tal vez haya que replantearse estas lecturas por lo que tendría repercusión en política monetaria.
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Hay varios factores que en el corto/medio podrían justificar bajadas en las cotizaciones:
- La producción de petróleo de Estados Unidos. Cuando el oro negro se revaloriza, se produce un aumento de producción que rápidamente aumenta la oferta. Se habla que el fracking, técnica usada por los productores norteamericanos, es rentable a partir de los 50 dólares por barril. Ahí podemos tener una indicación de en torno a dónde puede estar el punto de equilibrio. Los productores de petróleo de EEUU están exportando un total de 1,3 millones de barriles diarios; concretamente en mayo, la extracción se ha situado en máximos históricos con más de 9,3 millones de barriles diarios.
- Ha habido varias semanas consecutivas de reducciones de las reservas de inventarios, con lo que se podría retomar dicha tendencia una vez se produzca el ajuste en el corto plazo.
- El abandono por parte de Estados Unidos de los acuerdos de París en materia de emisiones, hará muy posiblemente que EEUU consuma más petróleo.
- Hay países de la OPEP, Libia y Nigeria concretamente, que están exentos de los recortes en el grupo.
Las razones por las que justificar una subida en el petróleo son:
- El presidente de Estados Unidos anunció la intención de vender la mitad de las reservas estratégicas del país para ayudar a la reducción de la deuda pública; esto supondría introducir en el mercado 95.000 barriles diarios durante los próximos diez años. También hizo pública su intención de reactivar los yacimientos en Alaska.
- La demanda global está estabilizada, según la AIE
- Pueden aparecer tensiones geopolíticas, según la política exterior que pueda tener la nueva administración estadounidense.
- El desplome de los precios de años anteriores tuvo como consecuencia que no se invirtiera lo suficiente en descubrir nuevos yacimientos.
- El aumento de población en países asiáticos con fuerte demanda.
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La situación técnica actual es la siguiente:
El gráfico muestra un canal lateral, en velas semanales, con base en los 42 dólares y banda superior los 46 dólares por barril. Una amplitud de 12 dólares, por tanto. La ruptura de dicho canal al alza o a la baja supondrá, posiblemente, el inicio de un tramo bien alcista o bien bajista, respectivamente. La situación actual del RSI no ofrece información relevante.
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