Esta operación es la pata que le faltaba a Disney para lanzarse en el 2019 a explotar su propio servicio de video bajo demanda, que será sin duda uno de sus catalizadores para que la empresa suba en bolsa.
A Disney le ha ido históricamente bien comprar empresas que eran competidoras en el negocio audiovisual y sacarles mucho más jugo en el ecosistema Disney (parques temáticos, derechos de imagen, merchandising..) ya lo hizo con Pixel, la productora que creó el difunto Steve Jobs y lo consiguió con Lucasfilm, la creadora de la saga de Star Wars.
Con la compra de los activos de entretenimiento de Fox, Disney podrá ofrecer contenidos de calidad para todos los rangos de edad, sagas como ‘Alien’, ‘El planeta de los simios’, ‘Superhéroes de Marvel’, ‘X me’n…las próximas entregas de ‘Avatar’, la próxima trilogía de ‘Star Wars’… todo eso integrado en toda su vertiente económica.
Recordemos que Disney ha multiplicado por tres su valor en bolsa en los últimos 5 años desde que compró Lucasfilm. Ha pasado de los 40 dólares por acción a los 110 dólares en los que cotiza en la actualidad.
Además este movimiento supone un riesgo para sus competidores (Netflix, HBO…) , ya que Disney va a retirar sus contenidos de estas plataformas para lanzar la suya propia.
El ecosistema Disney es el gran beneficiado de toda la compra, si tenemos en cuenta que Netflix ha multiplicado su valor en bolsa por 15 en los últimos cinco años. Es decir, alguien que invirtiese 10.000 euros en Netflix, ahora tendría 150.000. Ese es el modelo que quiere copiar Disney a nivel mundial y es una de las pocas compañías que puede hacerlo.
Miren el gráfico de Netflix, un modelo de negocio exclusivo de suscripción premium, imagínense en la máquina de crear sueños de Disney cómo puede ser esto.
Sin duda la nueva Disney, será una compañía con mucha fuerza.