Tras la reciente polémica generada por la propuesta del token Libra y las declaraciones de Milei, ¿cómo influirá esta iniciativa en la adopción de criptomonedas en Argentina y en otros mercados emergentes?
Lo sucedido con Milei y el token Libra en Argentina no es un caso único en el ámbito de los criptoactivos, pero sí es la primera vez que un presidente de una nación, como el de Argentina, se involucra de manera tan directa. Milei, a través de su cuenta personal en X, alentó a las personas a invertir utilizando esta nueva criptomoneda para apoyar el desarrollo de empresas en el país. Esto plantea varias reflexiones importantes: lanzar una criptomoneda puede parecer sencillo, pero no debemos confiar ciegamente en cualquier persona, incluso si se trata de un presidente, dado que estos productos son nuevos, complejos y pueden estar sujetos a estafas.
Es fundamental entender que Bitcoin, a diferencia de otras criptomonedas, no depende de terceros ni de empresas para su funcionamiento, lo que lo convierte en un activo más confiable. Otras criptomonedas, como el token Libra, están asociadas a empresas o figuras públicas, lo que puede poner en riesgo la inversión. También es necesario reflexionar sobre el ecosistema cripto, que no ha sabido transmitir un mensaje claro a Milei sobre los riesgos asociados a este tipo de proyectos. Milei continuó publicando tuits sobre el token incluso después de rectificar y eliminar el primero. Además, esta semana compartió un tuit de Vitalik Buterin, creador de Ethereum, lo que hace más delicada su participación en este tipo de iniciativas. A diferencia de otros casos, como el de Melania y Trump, donde sus entornos lanzaron un token sin una implicación directa, Milei cometió un error al decir que el token serviría para financiar proyectos y empresas en Argentina.
Por lo tanto, los inversores deben tener precaución. Aunque el precio de un token pueda dispararse temporalmente, las caídas pueden ser igual de abruptas. Muchos de estos proyectos pueden ser parte de esquemas de "pump and dump". Es crucial centrarse en Bitcoin, un activo más seguro y menos vulnerable a manipulación.
Dado el discurso económico y la postura liberal de Milei, ¿cómo repercutirá esta polémica en la confianza de los inversores y en la regulación futura del sector cripto en la región?
El impacto a corto plazo lo estamos viendo a través de los medios de comunicación. Hay un mensaje de alerta, pero el problema es que no se está logrando transmitir adecuadamente la necesidad de separar tecnologías clave como Bitcoin, las stablecoins y proyectos legítimos que buscan un uso genuino de la tecnología. Esta confusión podría dañar la imagen del ecosistema, especialmente entre aquellos que están empezando a interesarse en el sector, ya que puede generar la percepción de que es un mercado muy volátil y poco regulado.
Sin embargo, en Europa ya contamos con un marco regulatorio como la Ley MiCA, que establece normas claras para empresas que ofrecen servicios relacionados con criptomonedas, como Bit2Me, que debe cumplir con estos requisitos para operar de forma legal. Es importante ser consciente de que, con las nuevas tecnologías, siempre surgen casos que no llegan a buen puerto, pero eso no significa que todo el ecosistema sea negativo.
En Bit2Me, ofrecemos una academia de formación gratuita, donde los usuarios pueden acceder a material educativo sobre terminología y temas relacionados con criptomonedas. Esto es clave para que los interesados puedan aprender y tomar decisiones informadas, ya que invertir en criptomonedas requiere de una reflexión seria sobre los riesgos involucrados. Es fundamental hacer una distinción clara entre Bitcoin, las stablecoins y otros proyectos, para que las personas puedan profundizar en cada uno de estos sectores y entender cómo funcionan antes de invertir.
Los Emiratos Árabes han intensificado sus compras de Bitcoin en las últimas semanas. ¿Qué mensaje envía esta estrategia al mercado global y cómo podría afectar a la dinámica de precios en el corto y medio plazo?
El hecho de que un fondo soberano como el de Emiratos Árabes haya adquirido o esté expuesto a Bitcoin a través de ETFs marca una separación clara entre el ruido y lo que realmente tiene valor. No solo Emiratos, sino muchos otros países están sentando las bases para comenzar a acumular Bitcoin como una reserva estratégica, de manera similar a cómo han hecho con activos como el petróleo o el oro. En Estados Unidos, por ejemplo, se están llevando a cabo auditorías de la reserva de Fort Knox, lo que podría tener un impacto positivo en el respaldo de un activo como Bitcoin, que es auditable, transparente, global y neutral. Esto elimina la necesidad de terceros de confianza, ya que tanto los ciudadanos como otros estados podrían verificar las reservas en tiempo real, algo que con el oro es mucho más complicado.
En cuanto a la legislación en EEUU, 35 estados ya han propuesto leyes para permitir que sus gobiernos, como entidades autónomas, comiencen a atesorar Bitcoin. Utah es el estado más avanzado, y Texas también está bien posicionado, lo que marca un antes y un después en la legitimidad de Bitcoin ante las instituciones tradicionales. Estos avances refuerzan la adopción y monetización de Bitcoin, un activo emergente que está ganando relevancia rápidamente.
Aunque la volatilidad es inherente a Bitcoin, ya que su oferta no puede ajustarse a la demanda debido a su emisión preestablecida, la adopción institucional sigue siendo un indicio claro de que Bitcoin está en camino de convertirse en un activo valioso y legitimado. Los pasos hacia su adopción son evidentes, y aunque la volatilidad persista, las oportunidades de inversión siguen siendo considerable.
Con varios eventos macroeconómicos en el horizonte —desde reuniones de la Fed hasta posibles cambios geopolíticos—, ¿cuál será el más determinante para el mercado cripto en 2025 y qué estrategias recomendarías a los inversores para mitigar los riesgos asociados?
Bitcoin debería ser parte de nuestro portafolio de inversión, aunque la proporción depende del perfil de riesgo de cada inversor. Personalmente, considero que un 5% o 10% es adecuado, dado el crecimiento potencial asimétrico que ofrece, especialmente en un entorno tan volátil e inestable como el actual. La reciente entrada de Trump al poder, por ejemplo, ha dado un giro radical a muchas políticas internacionales en solo tres semanas. Además, la situación geopolítica, con conflictos como la guerra en Ucrania y el conflicto entre Israel y Gaza, así como los cambios en los aranceles y políticas fiscales de EEUU, pueden generar impactos adicionales.
Lo bueno de Bitcoin, al igual que el oro, es que tiene una emisión determinística y predecible. Todos sabemos cómo se desarrollará en los próximos meses y años. Esto hace que sea una buena opción dentro de un portafolio diversificado, ya que históricamente ha demostrado que reduce la volatilidad global del portafolio, a pesar de las correcciones y la volatilidad inherente al activo. Tiene momentos de gran explosividad, seguidos de correcciones, pero sigue siendo una opción sólida frente a la inestabilidad.
Además, recientemente hemos visto cómo la curva de tipos de interés se ha desinvertido (las tasas a corto plazo son más altas que las de largo plazo), lo cual es históricamente una señal de posibles crisis económicas y financieras. En esos escenarios, los bancos centrales suelen inyectar más liquidez, como ocurrió en la crisis financiera de 2008 y durante la pandemia. En estos contextos, los activos escasos, finitos y predecibles como Bitcoin suelen tener un buen desempeño.
Por lo tanto, en este entorno de alta volatilidad, Bitcoin representa una alternativa sólida. Es una buena estrategia mantenerlo en un portafolio durante periodos medios y largos (de 2 a 4 años), siempre que no tengamos necesidades de liquidez inmediata. Este activo ha demostrado su capacidad para mantenerse en el tiempo y adaptarse a las fluctuaciones del mercado.
Tras un febrero marcado por una volatilidad notable en el mercado cripto, ¿qué factores han sido determinantes en estos movimientos y qué tendencias podríamos esperar a corto plazo?
Bitcoin ha demostrado una capacidad notable de crecimiento y, aunque a veces le exigimos un rendimiento extremadamente positivo, es importante tener en cuenta su evolución a lo largo del tiempo. Si nos remontamos a finales de 2022 y principios de 2023, el precio de Bitcoin estaba en torno a los 16.000 dólares, y en un año y medio alcanzó los 108.000 dólares. Esto demuestra su enorme potencial, pero también refleja que Bitcoin pasa por fases de consolidación y lateralización de precios. Actualmente, después de tocar un techo en los 109.000 dólares y un suelo en torno a los 90.000-92.000 dólares, se encuentra en un rango de consolidación entre los 98.000 y 99.000 dólares, esperando nuevos impulsos que lo lleven más alto.
Históricamente, a pesar de estos momentos de "aburrimiento" en los que Bitcoin está en una fase lateral, después del halving que se produjo en abril de 2024, y al igual que pasó en el año 2020, tenemos tradicionalmente un año y nueve meses de tendencia alcista. Por lo tanto, todavía nos quedaría de aquí a septiembre/octubre de este 2025 un alza y un alza explosiva: estaríamos hablando de la última fase del bull market que completaría este ciclo. Además, creo que este ciclo podría ser más largo debido a la creciente adopción institucional, tanto a nivel estatal como por parte de fondos de inversión.
Por tanto, creo que estos periodos de lateralización son fases de acumulación donde hay un cambio de manos de aquellos que compraron Bitcoin en unos precios muy bajos y un aumento en la cantidad de "ballenas", es decir, grandes instituciones que poseen más de 1.000 Bitcoin. De hecho, el número de estas ballenas se ha triplicado en comparación con los ciclos anteriores. Esto sugiere que los inversores con mayores recursos están acumulando Bitcoin, anticipando subidas significativas en los próximos meses y años, lo que refuerza la idea de que el mercado de Bitcoin sigue siendo una oportunidad de inversión a largo plazo, con una fuerte tendencia hacia su apreciación futura.
¿Cuáles son los indicadores clave que los inversores deberían seguir tras la evolución de febrero para anticipar movimientos relevantes en el mercado de criptomonedas?
El momento para invertir en Bitcoin puede ser clave si nos anticipamos a los movimientos del mercado. Comprar cuando los eventos ya han ocurrido puede llevarnos a un punto donde ya hemos llegado tarde, ya que el mercado tiende a anticipar esos movimientos. Sin embargo, como sucedió el año pasado con la victoria de Donald Trump, que actuó como un catalizador llevando el precio de Bitcoin de 60.000 a 108.000 dólares en un par de semanas, podría ocurrir algo similar nuevamente. Si en los próximos meses se anuncian compras masivas por parte de estados o fondos soberanos como los de Emiratos Árabes, o si más países comienzan a acumular Bitcoin como reserva estratégica, esto sería un evento significativo que podría disparar el precio de manera rápida y agresiva.
Este tipo de movimientos, que no se pueden prever con exactitud, podrían tener un impacto muy positivo. Además, ya estamos viendo noticias interesantes, como la de Google, que ha mencionado que intentará facilitar el uso de Bitcoin a través de sus servicios, o el caso de GameStop, que está considerando la compra de grandes cantidades de Bitcoin. Estos factores pueden actuar como catalizadores que impulsen el mercado de forma inesperada, y cuando esto ocurra, podría suceder rápidamente, sin previo aviso. Por lo tanto, la estrategia con Bitcoin debería ser tenerlo como un activo a medio o largo plazo, considerando el desarrollo constante que está teniendo y las noticias que refuerzan su adopción. No debería verse como una inversión especulativa a corto plazo, sino como una forma de asegurar nuestro capital fuera del sistema financiero tradicional. Aunque el oro también cumple esta función, Bitcoin ofrece ventajas claras, como su emisión predecible, su transparencia y su capacidad de estar disponible en todo el mundo, lo que lo convierte en una alternativa superior al oro en muchos aspectos.
La inversión en criptoactivos no está totalmente regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas debido a su alta volatilidad y existe riesgo de perder la totalidad de los importes invertidos.