Carlos Arenas, analista de fondos de inversión de Estrategias de Inversión destaca la situación bursátil que vive ahora mismo Europa. Señala, que, como ya ha comentado, Europa está relativamente más barata que Estados Unidos. De hecho, el MSCI de Europa está con una infravaloración de un 40% respecto al S&P 500, pero, aunque esté muy barato, no dejan de existir muchos riesgos en Europa que pueden hacer que esa valoración menor de los activos europeos tenga una base sólida. 

Me refiero al problema geopolítico en Francia y en Alemania. Estos problemas geopolíticos nosotros no somos capaces de controlarlos. Lo que sí que podemos hacer es preparar nuestras carteras para evitar esos riesgos o enfocarlos del mejor modo posible. Sabemos que en Alemania están con un riesgo importante político que eso puede afectar a la Unión Europea, pero sobre todo me quería fijar en el problema de Francia porque, más allá del riesgo político que supone, también nos enfrentamos a un riesgo económico importante. Aunque la regulación francesa es distinta que la española, por aclarar términos, voy a utilizar terminología española. 

Lo que ha pasado en Francia es que Barnier (el primer ministro francés) ha propuesto unos presupuestos generales que en Francia se pueden sacar como un real decreto, por entendernos con un símil español. ¿Qué sucede? Que si bien Barnier tiene potestad para sacar los presupuestos con un real decreto, esta posibilidad de un real decreto conlleva la opción de una moción de censura, lo que equivaldría en España una moción de censura. Y el partido de Le Pen (extrema derecha) ha dicho que efectivamente va a ser efectiva esa moción de censura. 

Y ahí tenemos los dos grupos, la derecha nacionalista y los de izquierda más radical, o si lo preferimos, extrema derecha y extrema izquierda. Tienen mayoría. Por lo tanto, si Le Pen propone esta moción de censura, es posible que caiga Barnier como primer ministro. Si sucede esto, no se llegarían a aplicar los presupuestos y tendrían que prorrogar los anteriores. ¿Qué problema tiene esto? Pues tiene varios problemas. En primer lugar, que esta prórroga mantendría un déficit de más del 6% que supera a todas luces, lo que se ha acordado en Europa, que tienen que tener un déficit máximo del 3%. Ya digo, más del 6% son unas cifras tremendas. 

Por otro lado, la deuda de Francia es del 112% sobre el PIB. Es el estado más grande del mundo con un gasto público de entorno al 60% del PIB, con lo cual se enfrenta a un problema tremendo. 

¿Aplicará a la Unión Europea el protocolo de déficit excesivo para penalizar a Francia por incumplimiento de estas reglas fiscales? Pues no sabemos. Ya sabemos que Francia y Alemania tienen un peso muy importante en la Unión Europea y esto sentaría un precedente muy importante. Sobre todo porque, si no se aplicasen estas medidas para compensar un poco esta falta de estructuración fiscal de Francia, podría llegar a que otros países incumpliesen de forma recurrente estas normas europeas de déficit y de deuda. 

Lo que supone esto es que el Banco Central Europeo debería comprar deuda de los países y veríamos cómo el euro se debilita cada vez más frente al dólar. Ya lo vemos que se está debilitando mucho. De hecho, la prima de riesgo de Francia ha superado a la griega. Parece un mundo increíble esto, pero así es. 
Entonces, si el euro sigue perdiendo fuelle con respecto al dólar, esto es clarísimamente inflacionario, lo cual no permitiría que el Banco Central Europeo bajase los tipos al ritmo que tenía pensado.

Si sucede esto, porque hay menos demanda de euros al estar mucho más débil frente al dólar, provocaría una inflación. Ya digo, los bancos centrales, el Banco Central Europeo tendría que retrasar esas bajadas de tipos de interés con todas las consecuencias que supone eso para la economía. Es decir, mayor dificultad de acceso al crédito, menor valoración bursátil de muchas compañías.  

Con lo cual nos enfrentamos potencialmente a un riesgo muy importante en la zona euro. Con lo cual, para la gestión de carteras, si bien es cierto que Europa está barata y hay que seleccionar activos que sean buenos en Europa, no hay que olvidar que estos riesgos potenciales están ya casi en la palestra. Por lo que, más que riesgos potenciales podríamos hablar ya de riesgos reales. Y, como no los podemos controlar, lo que sí que podemos hacer es seleccionar muy bien los activos que tenemos en la zona euro para evitar una exposición innecesaria a estos riesgos geopolíticos.