La firma destaca que esta evolución de la inversión sostenible en nuestro país no es extraña ya que “los españoles destacan por los comportamientos sostenibles en su vida diaria”. En nuestro país un 75% de los inversores afirma que a menudo reduce o recicla sus residuos domésticos, frente a la media del 74% en Europa o del 72% a nivel global. “Sin embargo, a la hora de invertir, el porcentaje de españoles que prefiere invertir en fondos sostenibles que en otro tipo de fondos es del 36%, un nivel similar a la media del 37% en Europa, pero inferior al 42% global”, afirman en la entidad. Es decir, que aún queda camino por recorrer en este sentido.
Carla Bergareche, directora general de Schroders para España y Portugal explicó que “es muy alentador asistir al auge de la inversión sostenible en España. Como muestran los resultados del estudio, los españoles están muy comprometidos con la sostenibilidad en su vida diaria y sus rutinas, así que ya tienen la base para dar el salto también en la inversión de la que ya tienen una conciencia importante, de las mayores a nivel global, sobre la importancia que tiene en sus inversiones”.
Y eso que los inversores están aumentando sus asignaciones a la inversión sostenible. En nuestro país, un 61% de los inversores ha incrementado su inversión en fondos sostenibles en los últimos cinco años, por encima de la media europea (58%). Los suizos son los europeos que más han incrementado esta inversión con una diferencia considerable respecto al resto (70%).
¿Por qué la gente asigna más capital a la inversión sostenible?
La encuesta indica que los ahorradores consideran que este tipo de inversión es una forma no solo de impulsar avances en los planos social, empresarial y medioambiental, sino también de generar beneficios.
A escala global, al preguntarles sobre si invertían o invertirían en fondos sostenibles con el objetivo de lograr repercusiones positivas o con un fin meramente económico (por el beneficio potencial), la respuesta media reflejó que las repercusiones positivas (38%) revestían una mayor importancia que los beneficios (32%). Del mismo modo, en general, los españoles afirmaron que las repercusiones positivas (35%) eran más importantes que los beneficios (31%).
Bergareche apuntó que “si bien la rentabilidad sigue siendo un objetivo primordial, el interés en las opciones sostenibles está aumentando, aunque como hemos visto en España hay un largo camino por recorrer. No obstante, no hay que olvidar que sostenibilidad y beneficios van de la mano: los inversores buscan asignar capital a empresas que estén abordando de forma adecuada los cambios sociales y medioambientales para generar tanto beneficios como repercusiones positivas”.
Por categorías, los inversores españoles afirmaron que la inversión en fondos centrados en el gobierno corporativo está orientada de forma equitativa a la obtención de beneficios y a las repercusiones positivas (32% frente al 31%), en contraste con la tendencia global (36% frente a 28%), al igual que aquellos que evitan empresas dedicadas al petróleo, el gas o el carbón (33% frente a 32%).
Con todo, Schroders muestra que esta tendencia es aún más acusada en Asia y América. Y eso es lo que hace que sean los países de estas áreas los que, según estos analistas, son más sostenibles. Para hacer su clasificación han medido los comportamientos sostenibles de cada estado (como el reciclaje y la reducción del consumo energético) y la popularidad de la inversión sostenible.
En el ranking, Indonesia estaría en el primer puesto, seguida de la India, en segundo lugar, y Estados Unidos,. En los últimos puestos de la lista se ubicaron Hong Kong, Corea del Sur y Japón. España ocupa el puesto 24 en la clasificación global, mientras que se encuentra en el puesto 11 de los países europeos.