El proverbio “Sell in may and go away and don´t come back until st. Leger Day”, que se traduce como vende en mayo y no vuelvas hasta después del verano, se deriva de la costumbre de los brókers del siglo XIX de tomar largas vacaciones de verano, lo que limitaba el volumen y la liquidez de las bolsas de Londres. Las vacaciones solían terminar después de la carrera de caballos de St. Leger. Pero lo que comenzó como un evento “aristrocrático”, se convirtió en consejo de inversión del siglo XX basado en datos de mercado acumulados y derivando en un “Almanaque de los traders” que muestra que las acciones tienen menos retornos de mayo hasta el final del verano. Otros han notado que los seis meses que transcurren desde el 30 de abril hasta el 31 de octubre conforman la mitad del año más débil.
Pero nosotros creemos que este argumento es una bobada. Un sinsentido, si lo prefieres. Primero, los meses de verano no son débiles siempre. Segundo, aunque así fuera, “una debilidad relativa” no es sinónimo de caídas. El año pasado, por ejemplo, el índice mundial MSCI subió un 2,2% desde el 30 de abril hasta finales de octubre. Mientras que el retorno total del año fue del 5%. ¿Qué prefieres?
- Tener un 1,2% desde año nuevo hasta el 30 de abril, luego vender todo – incurriendo en comisiones y plusvalías. Y cruzar los brazos durante seis meses hasta que vuelvas a comprar al final de octubre (pagando más comisiones) y obtener esos dos últimos meses un 3,8%, consiguiendo un retorno del 5% menos las comisiones que tengas que pagar por todo lo que hayas comprado y vendido.
- O no hacer nada, mantener la inversión durante todo el tiempo, no pagar todas esas comisiones y tener mejor resultados.
Nosotros no lo pensaríamos dos veces. Sabemos bien que esto es una evidencia anecdótica, pero puedes hacer el mismo ejercicio con cualquiera de los otros 64 períodos de mayo-septiembre que han sido positivos desde 1926 (analizando los datos del S&P500). Para ganar dinero en los mercados todo el tiempo, deberías estar invertido cuando los mercados son alcistas. Aunque los beneficios de mayo a noviembre sean más débiles, siguen siendo parte de la rentabilidad anualizada de aproximadamente el 10% de las acciones. Para ser francos, evitar un período de seis meses que es positivo en el 72,2% de todos los años desde 1926, parece una mala manera de beneficiarse del crecimiento de los mercados. Y todavía es peor si tenemos en cuenta comisiones e impuestos.
“Sí, pero ¿y si uno de esos veranos es negativos? Es una objeción completamente comprensible. Y, quizás, este verano pueda ser bajista. Somos optimistas y esperamos un buen 2017 en general pero las correcciones a corto plazo pueden llegar en cualquier momento sin motivos. Si no estás invertido en verano y te pierdes una corrección, probablemente te sientas bien. Pero será solo suerte, no habilidad. También será mala suerte si intentas evitar una corrección que nunca sucede. ¿Merece la pena perder algo grande solo por tener la oportunidad de evitar una caída repentina que probablemente se irá tan pronto como ha venido? Participar de las correcciones no evitará que los inversores alcancen sus objetivos a largo plazo. Pero perderse las subidas después de las correcciones es lo que consigue que los inversores se queden por detrás.
Los mercados no son precisos como un reloj, las correcciones pueden llegar en cualquier momento. Así que escuche nuestro consejo y resista la urgencia de hacer cambios estacionales en sus inversiones. Simplemente relájese y piense en el largo plazo.
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