El precio de la onza de oro cotiza en estos momentos en algo más de 1.340 dólares, cerca de los máximos desde el 26 de septiembre de hace un año, cuando alcanzó la cota de 1.345 dólares.
En agosto el metal precioso subió más de un 4% precisamente por estas mismas razones, lo que le permitió superar la cota psicológica de 1.300 dólares.
El verano, de hecho, ha sido el momento elegido por el presidente de Corea del Norte para comenzar a poner en marcha una política de exaltación belicista contra Estados Unidos que ha concluido este fin de semana anunciando su sexta prueba con una bomba nuclear.
En este entorno, el secretario de defensa, James Mattis, ha alertado al gobierno de Pyongyang que disponen de “una gran cantidad de opciones miltares” y ha apuntado a que cualquier “ataque sobre Estados Unidos, Japón o Corea será replicada militarmente”.
Martin Arnold, director y estratega macroeconómico de ETF Securities, recuerda que la situación de Corea del Norte ha permitido al oro recuperar las caídas que había experimentado el metal precioso desde la llegada de Donald Trump a la presidencia. En su opinión “las intenciones de Corea del Norte y la preocupante respuesta de Estados Unidos podría mantener el precio del oro en el corto plazo”.
En su opinión, la mejora de la situación económica no va a tomar el protagonismo ni a afectar el precio del petróleo hasta que la tensión geopolítica se relaje”, afirman en esta firma de análisis.
Fuente: Bloomberg