La mayor parte del consenso prevé que Mario Draghi establecerá los planes del BCE para ir abandonando el QE actual en la reunión de octubre. La de hoy se quedará como una cita en la que la autoridad monetaria testará la reacción de los mercados a las previsiones macroeconómicas para lo que queda de año y los próximos ejercicios.
Pero sin embargo, después del rally del euro en lo que va de año, la fortaleza de la divisa europea probablemente va a capturar toda la atención de los inversores y de la prensa en el posterior encuentro. En lo que va de año, el euro sube más de un 13% con respecto al dólar. Como siempre, podrán seguirlo en directo en Estrategias de Inversión.
Los expertos de Merrill Lynch señalan que después de que el euro haya roto la cota de 1,20 por primera vez hace unas semanas, el BCE no va a comprometerse con ningún plan para salir de QE antes de oir la opinión de la Reserva Federal de Estados Unidos. “Si la Fed opta por retrasar el comienzo de su reducción de balance con una revisión a la baja de las previsiones a través de su gráfico de puntos, una presión adicional sobre el euro podría justificar una variación de la propia política del BCE”, explican en Merrill Lynch.
Algo en lo que coincide Hans Bevers, economista jefe de Bank Degroof Petercam. El experto señala que “la apreciación de la divisa única desde la última reunión del Banco Central Europeo ha reforzado los argumentos para retrasar el anuncio formal del tapering del programa de compra de activos hasta octubre”.
Preocupa a los analistas, sobre todo, la inflación. En Societe Generale calculan que una subida del 10% del EURUSD suele impactar en 30 puntos básicos en la inflación en los siguientes seis trimestres. Ellos prevén que el EURUSD terminará alrededor de estos niveles hasta que en 2018 comience su apreciación gradual hasta 1,25 en el medio plazo.
Con todo, Bevers considera que “el crecimiento todavía es sólido y la inflación podría aumentar, por lo que es probable que Mario Draghi vaya a insinuar de nuevo que el ritmo actual de compras no necesita ser mantenido hasta 2018.
Para este analista, Draghi podría limitar cualquier presión alcista que se produzca en el euro sugiriendo que el tapering será gradual. Esto significa que los tipos de interés se mantendrán sin cambios durante más tiempo.
Pero Franck Dixmier, director Global de Renta Fija de Allianz Global Investors apunta que “es probable que el BCE sea más blando de lo que el mercado espera, subrayando el margen de maniobra que tiene en la próxima normalización de su política monetaria”.
Habrá que vigilar los matices en el discurso de Draghi porque el italiano se ha manifestado como un maestro para intervenir en los mercados tan solo usando mensajes claros. En este sentido, los analistas de Merrill Lynch explican que “no esperamos que su retórica rebaje necesariamente el euro, aunque al menos podría poner un techo por ahora”.
Este experto considera que el BCE puede usar dos fórmulas para frenar al euro: “primero, manteniéndose flexible en la ejecución de la disminución, en el calendario y el alcance de las futuras subidas de tipos; y el segundo, manteniendo un grado de incertidumbre”.
Mientras tanto, el sector bancario europeo comienza a impacientarse. El miércoles el consejero delegado del Deutsche Bank, John Cryan, ha instado al Banco Central Europeo a cambiar el curso de su política monetaria expansiva. El directivo ha advertido sobre la formación de burbujas en los mercados bursátiles, de bonos e inmobiliario de las inyecciones millonarias de dinero en el sistema.
Según publica la agencia Reuters, Cryan ha afirmado que "la era del dinero barato en Europa debería llegar a su fin pese a la fortaleza del euro".
Nadie espera que los tipos suban a corto plazo, en Merrill Lynch, por ejemplo, creen que habrá que esperar hasta finales de 2019 para ver el primer movimiento del BCE en este sentido.
La FED esperó a concluir el QE para comenzar la subida del precio del dinero que, además, está siendo especialmente cuidadosa y sosegada.